La decisión del juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, de imputar a Marta Rovira e investigar a Carles Puigdemont por el caso del Tsunami Democràtic ha provocado una avalancha de reacciones. Esta decisión llega más de cuatro años después de que estallaran las protestas postsentencia y coincidiendo con la fase final de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, días más tarde que los socialistas llegaran a un acuerdo para la amnistía con ERC, que incluye precisamente el caso de Tsunami Democràtic. Por todo ello, Esquerra Republicana ha tildado estas imputaciones, que afectan a su secretaria general exiliada en Suiza desde 2017, de "previsibles", hablando de una "reacción antidemocrática de los poderes reaccionarios del Estado contra la ley de amnistía". De esta manera, para ERC, que el jueves pasado firmó su pacto para la investidura de Pedro Sánchez, la decisión de imputar a Rovira e investigar al president Puigdemont "es un claro indicador de la calidad y el alcance de los acuerdos sellados hasta ahora por Esquerra Republicana".

"Es cuando Catalunya avanza políticamente, que llegan los poderes represores del Estado y despliegan todos sus tentáculos para sabotear los acuerdos democráticos", insiste el partido de Oriol Junqueras en un comunicado, reiterando que la decisión del juez García-Castellón "es una clara reacción causa-efecto, un movimiento tan previsible como aberrante", después del pacto sellado el pasado jueves en Barcelona. Los republicanos consideran, además, que las imputaciones demuestran que fue un "acierto" incluir la causa del Tsunami Democràtic en la ley de amnistía acordada con el PSOE. Este era uno de los principales requisitos de los republicanos a la hora de llegar a un entendimiento con los de Pedro Sánchez: que el Tsunami, pero también los CDR o la causa del 23-S formaran parte de la ley. Sin ir más lejos, pocos minutos antes de que se conociera la decisión del juez, la portavoz de Esquerra, Raquel Sans, recordaba que su acuerdo "hace referencia a los hechos vinculados con el procés de emancipación e incluye también a todas las personas anónimas". La llamada entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès la noche de la castañada fue clave para desencallar el acuerdo en este sentido.

Reacciones de Aragonès y Puigdemont

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, que esta mañana del lunes se ha reunido con el papa Francisco en una audiencia privada en el Vaticano, también ha cargado contra la decisión del juez García-Castellón, encargado de la causa del Tsunami Democràtic, abierta por terrorismo. "Cuando la protesta se trata como terrorismo, la amnistía es más necesaria que nunca para preservar los derechos y las libertades ante la persecución fanática", ha escrito en un mensaje publicado en redes sociales.

Pere Aragonès tuit
Tuit de Pere Aragonès

La reacción de ERC, que también constata "que la ley de amnistía pactada es una solución de una fuerza y de una importancia trascendentales", no ha sido en ningún caso la única. Sin ir más lejos, el propio Carles Puigdemont ha clamado contra lo que ha descrito como una nueva muestra del "a por ellos", certificando el "golpe de estado permanente que tanto les gusta de revivir, sea con sables o sea con togas". En esta línea, Puigdemont sostiene que mientras el Estado "no cierre la puerta que abrió el rey con el discurso del 3 de octubre, siempre olerá a cloaca".