Durante los tres meses y tres días que duró la farragosa negociación para formar gobierno, el Consell per la República se convirtió en el símbolo de la discordia entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya. Los republicanos percibían que los junteros tenían la intención de "tutelar" -fue el verbo de moda- a Pere Aragonès a través del ente con sede en Waterloo, un extremo que los de Carles Puigdemont siempre han negado. El Consell se convirtió en la punta del iceberg, en el fondo sin embargo, se escondía la disonancia estratégica entre las dos principales formaciones independentistas.

Finalmente, conscientes de todo lo que podrían perder si forzaban el país a repetir elecciones, poniendo en riesgo la mayoría de votos independentistas que por primera vez superan el 50%, ERC y Junts sellaron un acuerdo para repetir coalición en el cual chutaban la pelota adelante. Es decir, desplazaban el escollo para el futuro, una vez ya hubiera arrancado la legislatura.

Pelota adelante

Apostamos por un Espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica que actúe de forma discreta y que busque transitoriamente la coordinación con el Consell per la República hasta que este finalice su reformulación en consenso entre todas las organizaciones para que el espacio de Coordinación, Consenso y Dirección estratégica se pueda situar en su marco. Es el complejo redactado que pactaron Pere Aragonès y Jordi Sànchez y que, básicamente, viene a decir que la dirección estratégica del procés se tiene que liderar desde un órgano integrado por ERC, Junts, la CUP, Òmnium y la ANC y que este espacio podrá ser el Consell per la República una vez se haya reinventado para hacerlo más participativo. A la práctica, restar peso a Junts y dar más presencia a republicanos y anticapitalistas.

Hace unos días, el Consell per la República, que preside Carles Puigdemont pero que comanda Toni Comín, anunció que celebrará elecciones para designar su asamblea de representantes entre el 1 y el 3 de octubre. Se tendrán que escoger 121 miembros que posteriormente elegirán un gobierno -cómo se hace al Parlament después de las elecciones. La noticia ha causado sorpresa en ERC, porque considera que lo que "sería lógico" es que antes de llegar a este punto se llevara a cabo la reformulación pactada con Junts. Así lo ha comunicado Marta Vilalta durante la rueda de prensa posterior a la ejecutiva de los republicanos, este lunes.

Centrarse en la internacionalización

Si bien se han creado los grupos de trabajo que tienen que abordar la reorganización del Consell per la República, no ha habido ninguna concreción al respecto. De hecho, mientras el ente considera que la remodelación la tiene que pilotar la nueva dirección escogida el próximo octubre, ERC discrepa y reclama que sea al revés y que las elecciones se celebren con la renovación ya hecha. En cualquier caso, el que sí que tienen claro los de Oriol Junqueras es que la función principal de este organismo tiene que ser la internacionalización de la causa catalana. Es decir, que tiene que centrar los esfuerzos en esta tarea en vez de marcar el paso del gobierno en relación a la hoja de ruta.

En la imagen principal, Puigdemont, Comín, Junqueras y Serret en la Casa de la República. / M. Puig