Los partidos independentistas, ERC y PDeCAT, trasladarán el debate sobre el referéndum a la moción de censura que tendrá lugar este martes en el Congreso, presentada por Pablo Iglesias a Mariano Rajoy. Según fuentes republicanas, estos ofrecerán su sí a la iniciativa de Podemos como gesto con la izquierda española para que más tarde se sumen a participar y reconocer el resultado del 1 de octubre. Los demócratas se abstendrán, sin embargo, como forma de reprobar a Iglesias para que asuma un compromiso más firme en dar salida a la cuestión catalana, ahora que el sector anticapitalista del partido morado aboga por el referéndum unilateral.

"Es una posición confusa, nos recuerda al 'apoyaré' de Zapatero y queremos que se concrete", explicaban fuentes de la dirección del grupo parlamentario del PDeCAT a El Nacional, reconociendo que primero quieren escuchar el discurso de la formación morada en este tema. La afirmación llega después de que el coportavoz del partido en Madrid, Carles Campuzano, desconfiara del texto registrado por Iglesias, donde constaba "derecho a decidir" y no "referéndum". Si bien, no descartan colaborar con otras mociones más adelante –tras el fracaso de esta–, pero con una mayor concreción al respecto.

En paralelo, diputados del PDeCAT consultados también cuestionan la voluntad real del secretario general de Podemos a la hora de alcanzar los 176 votos necesarios. Las conversaciones mantenidas entre Xavier Domènech y Campuzano no habrían dado sus frutos para sumar los 8 escaños del segundo. Por eso, los demócratas denuncian que no han trabajado "a conciencia", ya que sólo tendrán el voto a favor de ERC, Unidos Podemos i Bildu, es decir, 82 escaños. Su tesis es la de una estrategia para arrinconar al PSOE y erigirse como la "única alternativa" al Partido Popular.

Pero los socialistas no votarán a favor, sino que se abstendrán. Quieren visibilizar que son la izquierda "útil" que ofrece alternativas y no sólo "se indigna", según el portavoz José Luis Ábalos. Tampoco quieren caer en la dicotomía del partido lila, quien ha utilizado la moción de censura para hurgar en el PSOE. Primero, consiguiendo durante las primarias que Pedro Sánchez se posicionara de su lado, dejando a Susana Díaz del de Rajoy. Segundo, retratando a Sánchez a partir de ofrecerle retirar su moción, si él lideraba una ganadora. Este lo rechazó y se emplaza al futuro, escenario difícil por su falta de reconocimiento del referéndum en el PSOE –condición del independentismo para su voto–.

Los republicanos, a su vez, votarán a favor como forma de sumar esfuerzos entre las izquierdas catalana y española a la hora de impugnar el régimen del 78. "Les felicitaremos y votaremos a favor porque estamos de acuerdo con la idea de que es una moción a un Gobierno corrompido, que disfruta de impunidad," dicen fuentes de la dirección de ERC en Madrid. Ahora bien, insisten en que parte de la acción para echar a Rajoy es la falta de resolución de la cuestión catalana, en el marco de la continuidad de un régimen "postfranquista", que también impugnan en Podemos.

Por ese motivo, los republicanos esperan que el 1 de octubre comunes y podemitas se pongan del lado de la Generalitat. Los primeros llamarán a votar, pero dicen que no reconocerán el resultado. Al mismo tiempo, Iglesias dice que las urnas "no son ilegales", la movilización es "legítima", pero insiste en el punto de las garantías. Al respecto, fuentes de ERC responden de que estas "vendrán dadas por la participación de la gente", y por leyes del Parlament. Precisamente, Xavier Domènech intervendrá en el debate de la moción de censura, y podría defender sus tesis sobre el referéndum.