A tres días para el inicio del debate de investidura, los republicanos se mantienen prudentes y evitan anunciar quién será el sentido de su voto, a la espera de sí finalmente hubiera un pacto entre el PSOE y Podemos. El portavoz del partido en Madrid, Gabriel Rufian, ha querido instar a los dos partidos a negociar y ha avisado de que sería una "enorme irresponsabilidad" llegar al debate de votación de la semana que viene sin ningún pacto. "Si llegan a un acuerdo, por nosotros no será", ha insistido una vez y otra en declaraciones en la prensa después de la reunión ejecutiva de este viernes.

A pesar del encuentro se había fijado para decidir el sentido del voto del partido, y que sólo tenía este punto al orden del día, Rufián ha defendido que no es posible posicionar sobre "una acuerdo que no existe" y ha evitado aclarar qué harían los 14 diputados que podrán votar el martes y jueves que viene al Congreso si finalmente no hay pacto. El líder republicano se ha limitado a pedir a la izquierda española que sea "responsable" y que haga "el favor de hacer política".

En este sentido, ha avisado de que si no hay un acuerdo y se va a unas nuevas elecciones se estaría dando una "segunda oportunidad a los hijos de Aznar" y que sería un error "histórico". "La alternativa es dramática", ha reconocido. Por todo eso ha hecho un llamamiento tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Iglesias a llamarse y negociar y ha avisado de que, si finalmente la investidura fracasa, todos los partidos de izquierdas lo pagarán porque la sociedad no diferenciará "siglas".

Rufián ha hecho estas declaraciones acompañado de la portavoz del partido, Marta Vilalta, que ha defendido que la situación "no ha cambiado" y ha acusado Sánchez de ser uno "irresponsable" y uno "inmovilista. Sin embargo, ha afirmado que "todavía hay tiempo" y ha exigido a tan al PSOE como Podemos que hagan "política". Así pues, el partido ha optado por aplazar la decisión ante un escenario que aseguran que puede "cambiar" y ha lanzado la pelota hacia delante a la espera de nuevos acontecimientos, dejando todas las opciones abiertas.

"Diversidad de opiniones"

Los republicanos, que hace unas días se decantaban por la abstención como opción más factible, llegaban este viernes a la reunión abriendo de nuevo todos los escenarios. El hecho de que PSOE y Podemos no lleguen a ningún acuerdo, la beligerancia de las palabras del mismo Pedro Sánchez en los últimos días alejándose del independentismo y el último escándalo sobre las relaciones entre el CNI y el cerebro del atentado de Barcelona del 17 de agosto; no han ayudado a aclarar el escenario.

Sin embargo, los republicanos tienen claro que la alternativa a Sánchez es complicada. Bloquear la investidura del socialista y verterlo a una eventual nueva votación en septiembre, con la Diada de por medio y con la sentencia a los presos políticos a punto de ver la luz, complicaría la abstención de los independentistas. La decisión sería todavía más difícil de justificar, pero unas nuevas elecciones podrían acabar beneficiando las derechas y abonando, todavía más, la situación de represión a Catalunya. Eso, suponiendo que Sánchez optara por una nueva investidura.

Por este motivo, dentro del partido hay una cierta diversidad de opiniones, como ha apuntado el mismo Gabriel Rufián en las declaraciones en la prensa, donde ha asegurado que durante la reunión ha habido un "interesante debate que refleja la diversidad de opiniones" que también hay dentro de la sociedad. De hecho, el exlíder de los republicanos en Madrid, Joan Tardà, hizo un tuit este jueves por la tarde donde deseaba a la ejecutiva se descantara por la abstención. Sin embargo, desde el partido aseguran que las decisiones se tomarán, "como siempre", por "consenso".

Bildu, "en sintonía"

En paralelo, desde Bilbao, EH Bildu se ha pronunciado en unos términos prácticamente similares. La portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha asegurado que su posición es la de "no obstaculizar" y que su análisis de la situación está "en sintonía" con la de los republicanos. Sí que ha descartado uno 'sí' a Pedro Sánchez, un "apoyo activo", pero ha allanado el camino para una hipotética abstención.

En todo caso, ha instado al candidato socialista a decidir si será el presidente que "aplique el 155" o si, en cambio, será lo que "dé voz a nuestros pueblos", refiriéndose a Catalunya y el País Vasco. Hay que recordar que los dos partido acordaron hacer una acción coordinada al Congreso y votar lo mismo en la investidura.