Parece que la culpa no es de nadie y a la vez que es de todos. Esta es un poco la sensación general que hay hoy en los pasillos del Parlament, en la segunda jornada marcada por la polémica destapada por el Diari Ara que apunta que la Cámara catalana paga anualmente 1,7 millones de euros a 21 funcionarios que no trabajan y tienen más de 60 años. Eso es así desde el año 2008, cuando la presidencia de la Cámara era de los republicanos, en una medida que se conoce como "licencias por edad" y que todos los grupos aprobaron por unanimidad. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, explicó ayer después de la polémica a los medios que ya había empezado a actuar para revertir la situación, y así fue como en la última Mesa, la de diciembre, propuso reducir de cinco a tres los años en que los funcionarios pueden cobrar el sueldo sin trabajar. Todos los grupos votaron a favor.

Hoy, sin embargo, y después de las informaciones periodísticas, todos los grupos se han desmarcado de aquella posición de diciembre y han asegurado que se pondrán a trabajar por un nuevo acuerdo que ponga punto y final a los privilegios para los funcionarios. Y como era de esperar, también han llegado los reproches. El lunes, pocas horas después de destaparse la polémica, ERC aseguró que el partido no era conocedor de esta medida, aunque las últimas dos presidencias de la Cámara han recaído en los de Oriol Junqueras. Y hoy ha criticado que a la reunión de la Mesa del 21 de diciembre no se "ni debatió ni compartió" todo lo que implicaba el acuerdo sobre la licencia por edad. Según ha explicado la portavoz, Marta Vilalta, se dio "confianza" a la propuesta que traía la presidencia y no se abordó a fondo ni miró la letra pequeña: "Lamentamos que en el acuerdo de la Mesa no se compartiera toda esta información si se tenía".

"Si alguien sabía aquella información la tendría que haber puesto sobre la mesa", ha seguido reiterando Vilalta, ha explicado que en las mesas se abordan muchos puntos y que hay cuestiones que no se miran con lupa, sino que se confía en el resto de miembros y las propuestas que llevan, y en este sentido ha situado la decisión de que se aprobara por unanimidad. Ahora, sin embargo, una vez las informaciones se han hecho públicas, ha reconocido su "parte de responsabilidad" y ha remarcado que, cuando se ha sido consciente del alcance de la situación, es cuando se ha querido revertir: "Asumimos nuestra parte de responsabilidad y todo el mundo lo tendría que hacer. No nos dedicaremos a señalar. Detectada la situación injusta, trabajamos para poner fin y acabar con los privilegios. Lo que sabe mal es el desprestigio del Parlament", y ha retirado que son "los únicos" que han dicho sin miedo ni vergüenza, que tienen parte de responsabilidad.

 

Mejorar la transparencia

"No había otro opción que hacer lo que hoy hemos acabado haciendo", ha subrayado Vilalta, en referencia al acuerdo de la Mesa de este martes, y ha reiterado que en diciembre no sabían el alcance ni las consecuencias del acuerdo ni tenían el contexto necesario. Es por eso que ha reivindicado que hay que trabajar para la mejora de la transparencia del Parlament, que no puede haber secretos, sombras, datos ni informaciones que se escondan, y tampoco algunas decisiones se pueden tomar escondiendo "parte de la información," ha reprochado.

El malestar en casa de los republicanos después de esta cuestión ha crecido, y fuentes del partido aseguran que a pesar de antes tenían confianza en la Mesa y los acuerdos que se llevaban, ahora eso marca un precedente. Cuando Vilalta ha sido preguntada explícitamente por si acusa a la presidenta Borràs de haber escondido información, no ha contestado ni afirmativa ni negativamente: "Lamentamos que en el debate y adopción de aquel acuerdo no se compartiera toda la información", ha reiterado.

"No éramos conscientes"

Preguntada explícitamente sobre si nadie de ERC supo esta situación en anteriores legislaturas cuando las presidencias eran de Carme Forcadell y Roger Torrent, Vilalta ha asegurado que los republicanos no lo sabían: "No éramos conscientes de esta situación. Cuando hemos sido conscientes y hemos tenido toda la información hemos actuado". El malestar de los republicanos con sus socios de Govern, también se ha acentuado por esta cuestión después de que varias voces de Junts hayan apuntado que durante los mandatos de presidencia republicana no se actuó.