A primera hora de la mañana, la CUP ha dado un paso adelante para intentar salvar la unidad del independentismo, después de la infructuosa reanudación de la negociación entre ERC y Junts este martes por la tarde. Los anticapitalistas han invitado a los dos partidos a una reunión a tres en el Parlament para encontrar la solución que evite elecciones y garantice que habrá un gobierno independentista. Los republicanos han recogido el guante y quedan pendientes de los junteros, que no podrán confirmar asistencia hasta que puedan hablar con Jordi Sànchez, que está en Lledoners y tiene unas horas concretas para poder recibir y hacer llamadas.

"Nos encontramos en un rato. ERC estaremos en la reunión a tres, siempre estamos en todas las mesas para sumar. Tenemos un acuerdo con la CUP desde hace más de 50 días y lo queremos implementar lo antes posible y evitar unas elecciones que no queremos en ningún caso", ha tuiteado Marta Vilalta hace un rato.

Al límite del abismo electoral

Quedan sólo dos semanas para la fecha límite y la situación cada día está más envenenada. El divorcio entre los hasta ahora socios de gobierno parece consumado. Esquerra Republicana está decidida a gobernar en solitario, prescindiendo de Junts en el gobierno, cuando menos, de entrada y hasta que no se resuelva el abismo que los separa todavía en el eje estratégico. Una resolución que los de Junqueras piden que se haga sin la presión del calendario, sin el deadline de la repetición electoral.

Por su parte, el partido de Puigdemont comunicó ayer a ERC que su apoyo a la investidura dependerá de si están o no en el gobierno. Reclaman un acuerdo de legislatura. De esta manera desvanecían la posibilidad de prestar cuatro votos, los mínimos necesarios, para que Aragonès pueda ser proclamado presidente.

Después de casi tres meses y más de 30 reuniones, la constatación entre las dos partes es que, aparte de la desconfianza labrada a pulso los últimos años, el gran impedimento para volver a convergir en la Generalitat es la divergencia sobre el camino que hay que seguir para avanzar hacia la independencia. Tanto en el cómo como en el cuándo y el quién. En esencia, mientras ERC insiste en dar crédito a la mesa de diálogo mientras se prepara una alternativa realista, en Junts sitúan la confrontación como la clave para avanzar.

La propuesta de la CUP para reconciliar a ERC y Junts cuenta con cuatro puntos. Son, textualmente, "dar una respuesta a la crisis social y económica que vive el país, construir un muro de defensa de los derechos fundamentales y básicos que tienen un amplio apoyo por parte de la sociedad catalana y que no caben en el marco del Estado, tomar la iniciativa y convocar una primera reunión de trabajo para construir un gran Acuerdo Nacional para la Autodeterminación que vaya más allá de partidos políticos y que agrupe la amplia mayoría social del país favorable a la solución democrática que vive el país y situar el debate de la estrategia independentista fuera del marco del pacto de gobierno".

En la imagen principal, Sabrià, Artadi y Sabater. / EFE