La expresión de Pedro Sánchez de este miércoles por la mañana era todo un poema. Cabizbajo, dureza en la mirada y la mandíbula apretada. Estaba visiblemente tocado. Había estallado la noticia de que la justicia abría diligencias contra su mujer, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias. El entorno del presidente español, preguntado sobre cuál es el estado de ánimo del líder socialista, es claro: "Con su cara ya ha demostrado cómo está". Ministros de la máxima proximidad a Sánchez aseguran que "se han traspasado líneas rojas" cuando, según su versión, se ha querido utilizar a Begoña Gómez para herir la figura del presidente. "La política española siempre había hecho gala de preservar la vida privada" de sus políticos, aseveran estas mismas fuentes. Ahora, Pedro Sánchez ha hecho público que se plantea dimitir como presidente del Gobierno.

 

"Seré breve; en un día como hoy, y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la justicia de este país", ha manifestado Pedro Sánchez con la voz apagada en una sesión de control enturbiada por la noticia que ha trastornado al PSOE y al Gobierno. La primera reacción de los socialistas y del ejecutivo ha sido manifestar, abiertamente y en privado, que todo es una "denuncia falsa" y un "montaje" contra la legitimidad del presidente del Gobierno.

Este miércoles por la tarde, después de haber pensado en el Palacio de la Moncloa cuál es la situación política después de la investigación a su mujer, Sánchez ha decidido escribir una carta en la que anuncia que durante cinco días "reflexionará" si tiene que dimitir. "Necesito detenerme; me urge responderme la pregunta de si vale la pena, a pesar del barro en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política; si hace falta que continúe al frente del Gobierno o renunciar a este gran honor", ha escrito en una carta publicada en su cuenta de X (anteriormente Twitter).

"A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han intentado hacer de mí, no me he sentido nunca aferrado al cargo", señala en su comunicado, que añade que cancela su agenda pública unos días "para reflexionar y decidir qué camino tomar". En su mensaje, Pedro Sánchez carga contra PP y Vox porque son dos formaciones de "derecha y ultraderecha" que "no han aceptado nunca" el resultado de las elecciones generales del 23 de julio.

"Ahora, han traspasado la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y el ataque a su vida personal", lamenta. De la misma manera, dispara contra Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal por haber activado "la máquina del fango" y "tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas". Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es si vale la pena todo eso; sinceramente, no lo sé; este ataque es tan grave que necesito parar y reflexionar con mi esposa", añade Sánchez en la carta.

Cónclave en Moncloa: el entorno de confianza de Sánchez se reúne para encontrar una solución

Paralelamente, Pedro Sánchez ha convocado esta tarde una reunión en la Moncloa con varios de sus colaboradores más próximos. Miembros del Gobierno y del PSOE se han reunido con el líder socialista a partir de las ocho y media de la noche. Han ido la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y el secretario de Organización, Santos Cerdán.