Enric Millo fue delegado del Gobierno en Catalunya durante el mandato de Mariano Rajoy y, cuando hubo la moción de censura impulsada por el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, Millo desapareció durante una temporada. No se supo nada de él hasta que no hizo las maletas para ir a hacia el sur para ser el secretario de Acción Exterior de la Junta de Andalucía.

Ahora, Millo ha vuelto a Catalunya y ha atendido los micrófonos de Catalunya Ràdio, donde ha hablado sobre el polémico plan de ayudas para los "afectados por la inmersión lingüística". La Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía anunció al principio de mes una línea de subvenciones para actividades y programas destinados a "evitar un abandono gradual de las raíces culturales entre los descendientes de andaluces en el exterior afectados por procesos de inmersión lingüística".

El exdelegado del Gobierno ha insistido en dejar claro que "no dice en ningún sitio que la ley de inmersión tenga que ver con Catalunya exclusivamente" y ha añadido que este dinero es "para que las entidades presenten propuestas de proyectos que consideren que les ayuda a estar vinculados con sus raíces".

El corredor 5G

Preguntado sobre el veto del Gobierno al proyecto estratégico de la Generalitat en materia de movilidad e innovación tecnológica, el corredor 5G del Mediterráneo, Millo ha asegurado que el gobierno donde trabaja ahora nunca "invadiría competencias que no son suyas", justificando así el veto a la propuesta del conseller Puigneró.

Es más, el dirigente unionista ha acusado al gobierno de la Generalitat de "hacer propuestas que sabe que no saldrán adelante para seguir con el discurso de España nos bloquea".

La sentencia

Finalmente, Millo ha recordado cuándo declaró en el Tribunal Supremo en el marco del juicio al procés, momento en que explicó la anécdota sobre los policías españoles y el Fairy. "Yo no he criticado nada del juicio al procés, respetaré cualquier resolución". De esta manera, el secretario de Acción Exterior de la Junta de Andalucía ha apuntado que sólo desea que "la sentencia sea justa".

Se ha explicado diciendo que para él una sentencia justa "tiene que dejar claro que los políticos somos los primeros que tenemos que dar ejemplo cumpliendo la ley en una democracia". Así pues, ha matizado que los líderes independentistas "tomaron decisiones sabiendo que podían comportar unas consecuencias muy graves".