El apoyoe ofrecido por el candidato de Ciutadans en Barcelona, Manuel Valls, a la actual alcaldesa en funciones y líder de BComú, Ada Colau, no genera unanimidades entre los electores del ex primer ministro francés, aunque sí que se impone por mayoría: un 59,8% lo aprueba mientras que el 40,2% restante está en contra.

Este es el resultado de una encuesta de Feedback para ElNacional.cat sobre la política de pactos en el ayuntamiento de Barcelona. El estudio se basa en 800 entrevistas telefónicas realizadas el 31 de mayo y el 3 y 4 de junio, cuando las diferentes candidaturas han empezado a perfilar sus posiciones. ¿La pregunta de sí "está de acuerdo en que Manuel Valls dé apoyo a Ada Colau?" sólo se ha formulado a los encuestados que votaron Cs en los comicios municipales del 26 de mayo.

Valls, cuya lista obtuvo 6 concejales, ha ofrecido su apoyo a Colau -aunque la dirección estatal de Cs discrepa- para impedir que un independentista, es decir, el candidato de ERC, Ernest Maragall, ganador de las elecciones, sea alcalde de Barcelona. Colau, aunque propugna un pacto de izquierdas con ERC y el PSC, no ha rechazado explícitamente el apoyo de Valls, que la haría alcaldesa al sumarse a los 10 concejales de BComú y los 8 del PSC -la mayoría absoluta son 21: Cs solo debería dar tres votos a favor a Colau-.

La oferta de Valls a Colau es mejor acogida por los hombres votantes de Cs que por las mujeres: entre los primeros recibe un apoyo del 69,8%, mientras que entre las segundas es del 50,9%. A la inversa, un 30,2% de los hombres está en desacuerdo, porcentaje que se eleva al 49,1% en el caso de las mujeres.

Por grupos de edad, el apoyo más significativo, del 87,2%, se da entre la franja de votantes de Cs de 45 a 64 años, seguido de los que tienen entre 25 y 44, con un 49,0%. El rechazo es muy mayoritario entre los más jóvenes, de entre 18 y 24 años, (78,8%) y los más mayores, los de 65 o más años (70,8%).

Por distritos, aprueban muy ampliamente que Valls haga a Colau alcaldesa los electores de Cs residentes en Sant Andreu y el Eixample, y lo rechazan también de manera abrumadora en Sants-Montjuïc y Gràcia