La corriente de la CUP Endavant ha lamentado este miércoles que el partido anticapitalista haya decidido aprobar los presupuestos de 2017 de la Generalitat y ha cargado contra el Govern por hacer en su opinión un "chantaje permanente" a los cupaires advirtiendo de que si no se aprobaban las cuentas no habría referéndum.

En un comunicado, han criticado que los presupuestos son "antisociales, liberales y continuistas" y castigan "a las clases populares", y han reprochado a JxSí que ha hecho estas cuentas por convicción, no porque sean las únicas cuentas posibles en un marco autonómico como el actual.

Pese a que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, advirtió a la CUP de que sin presupuestos no habría referéndum porque se convocarían elecciones, Endavant sostiene que para "celebrar el referéndum no era necesaria la aprobación de los presupuestos" y lamenta que la CUP haya cedido ante el president. En este sentido, Endavant considera que el 'sí' de la CUP a los presupuestos refuerza de forma involuntaria el espacio político de los comuns que lidera Ada Colau.

"Querer forzar a todo el independentismo a un acuerdo en materia presupuestaria no ayuda a ampliar su base social, sino que la contrae y la contrae justamente por la izquierda, por donde el independentismo puede y tiene que crecer para ser mayoritario", argumenta.

Endavant se muestra, pues, contraria a la decisión que la CUP tomó el sábado pasado de aprobar los presupuestos, pero asegura que la respeta, dado el carácter asambleario de la formación. 

Carteles contra Comín

Esta polémica por los presupuestos, llega justo el día que esta corriente ha afrontado otra polémica. Esta mañana, Endavant ha hecho un llamamiento a "plantar cara a los recortes y a las renuncias que se derivan de los presupuestos", y lo ha hecho con unos carteles contra el conseller de Salut, Toni Comín.

En el cartel se simula cómo profesionales del mundo sanitario abofetean al conseller, lo que ha generado la condena unánime del Govern y de todos los partidos de la oposición a excepción de la CUP; entre los cupaires, diputados como Anna Gabriel lo han defendido, mientras que otros como Mireia Boya se han desmarcado de él. Gabriel forma parte de esta corriente de la CUP.