Cada día que pasa, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ve más lejana la posibilidad de ser presidente del Gobierno. Este sábado ha sido Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, quien ha descartado por enésima vez dar una abstención a Sánchez que le permita gobernar en solitario. “Sería una irresponsabilidad”, ha clamado.

Esta vez, sin embargo, es uno ‘no’ difícil de digerir. Después de que el socialista fracasara en su primer pleno de investidura, el calendario se va acortando, y las palabras de Domènech sacan esperanzas al encuentro que tiene que haber entre Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, previsto para el próximo 30 de marzo. “Tendrían que admitir que el pacto con C's se ha demostrado fracasado”, ha reivindicado.

A todo eso tampoco ayuda la crisis interna del partido, que sólo hace una semana acabó con la fulminación del número 3 y responsable de Organización del partido, Sergio Pascual. Pascual era próximo a Íñigo Errejón, próximo a la tesis que se tendría que investir a Pedro Sánchez.

Reto a Díaz

Que desde las filas socialistas se nieguen a romper su acuerdo con los de Albert Rivera es para Domènech un síntoma que “alguien ha decidido que el PSOE no puede ir más allá”, en referencia a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Por eso, el podemita le ha lanzado un reto: si es ella quien ha puesto estas líneas rojas, que sea quien asuma el liderazgo del PSOE y “preferiblemente” quien se enfrente electoralmente a Podemos en las generales.