El Govern ha anunciado este jueves que todos los exámenes de oposiciones a la Generalitat celebrados el pasado sábado se tendrán que repetir después del desbarajuste que se vivió. Cegos, la empresa subcontratada para organizar estas pruebas, a quien el ejecutivo responsabilizó del caos con los exámenes, ha emitido un comunicado en el cual ha culpado al Govern por haber incumplido tareas "críticas" que, a su parecer, pudieron dificultar el correcto desarrollo del proceso selectivo. Cegos ha subrayado que advirtió reiteradamente al Govern de los riesgos que podía suponer la falta de anticipación y organización en cuanto a estas tareas, pero afirma que la Generalitat "ignoró estas peticiones".

En concreto, según el contrato firmado por Cegos con la administración pública, la empresa privada era responsable de imprimir exámenes y hojas de respuesta, distribuir materiales para la realización de los exámenes a las aulas, vigilar las aulas durante el examen y corregirlos en el plazo establecido. Cegos alega que eso "solo supone una parte del proceso", porque la Generalitat también tenía tareas: disponer de los espacios adecuados, asignar y distribuir a los candidatos a las aulas, y elaborar el material del examen. En el comunicado ha asegurado que este proceso tenía una complejidad especial porque incluía muchas convocatorias y por la novedad del formato de ejecución, y que, por su parte, ha intentado cumplir todo el contrato "a pesar de no disponer de toda la información ni en tiempo ni en forma por parte de la administración".

"El Govern facilitó espacios donde no se podía cumplir su propio protocolo"

Cegos ha detallado cuáles son estos incumplimientos que atribuye a la administración de la Generalitat en tareas que ha valorado como "críticas". La primera tiene que ver con la disposición de espacios adecuados para llevar a cabo las pruebas. Cegos alega que, según el protocolo de la Generalitat, los aspirantes tenían que ocupar como máximo el 50% de capacidad del aula, pero en 151 de las 213 aulas proporcionadas por el Govern "no se podía cumplir su propio protocolo". Así, en 103 (48% del total) había convocados, en diferentes grados, más del 50% de la capacidad máxima del aula; en 48 (22%) el número de convocados era el mismo que la capacidad máxima; y en 62 (30%) había capacidad óptima. Además, también ha denunciado que había carencias en las aulas de incidencias, desde las cuales se tenía que coordinar la logística, atender todo el equipo y resolver incidencias normales de un proceso así. "En caso de haber contado con el aforo previsto a cada espacio, no se habrían producido la mayoría de las incidencias señaladas", añade.

"El Govern comunicó cambios el día anterior a las pruebas"

La segunda tarea responsabilidad del Govern era asignar y distribuir a los candidatos en las aulas. Con respecto a esta cuestión, Cegos cree que las normas que fijó la Generalitat "pudieron agravar" la situación: cualquier candidato, estuviera o no en la lista de convocados, se podía examinar en cualquier aula y cualquier facultad, y además, los opositores que se presentaban en diferentes convocatorias podían escoger el mismo día, aula y examen. Para acabar, Cegos afirma que la Generalitat envió "a dos días del examen, cambios sobrevenidos de asignación de personas a las aulas" que afectaban personas con necesidades adaptativas. La empresa asegura que incluso comunicaron algunos cambios el día anterior a las pruebas. Por todo, la empresa afirma que "avisó a la Generalitat sin obtener ninguna respuesta".

"Hasta en 3 ocasiones se advirtió al Govern de la necesidad de tener los exámenes dentro del plazo"

La última tarea tenía que ver con la elaboración del contenido de los exámenes que tendrían que hacer los opositores y que luego imprimía Cegos. La empresa ha explicado que la impresión y sellado de los exámenes en cajas para distribuir en las aulas "requiere un tiempo de preparación según el contrato de al menos 7 días si se trata de un único examen o convocatoria". En este proceso había 73 convocatorias simultáneas de examen, hecho que supone 656 modelos de examen diferentes: "Hasta en 3 ocasiones se advirtió la Generalitat de la necesidad de tener todos los exámenes en este plazo para asegurar la fiabilidad del montaje de las cajas. La Generalitat ignoró estas peticiones".

El plazo se acababa el 23 de abril, cuando faltaban para entregar 184 tipos de exámenes (17% del total de ejemplares a imprimir); el día anterior a las pruebas faltaban para entregar 16 tipos de exámenes; hasta el jueves 27 (a dos días del examen) Cegos no recibió la lista definitiva de convocados con su asignación por aulas; y el día anterior a la prueba recibió una lista de cambios sobrevenidos que afectaba casi a 100 personas. Ante el riesgo de no tener algún modelo de examen en algún aula la empresa "pidió a la Generalitat como medida de emergencia la utilización de las impresoras existentes en las facultades" dónde se hacían las pruebas, pero no fue posible en la mayoría de las ubicaciones, cosa que agravó los retrasos.

Cegos lamenta que el Govern rescinda el contrato

La empresa ha lamentado que la Conselleria de la Presidencia anuncie que rescindirá el contrato y se repetirán las pruebas: "Lamentamos esta decisión comunicada por la consellera Vilagrà, cuya base jurídica desconocemos y que no se nos ha comunicado formalmente". A pesar de este anuncio, Cegos ha asegurado "sigue comprometida con la buena finalización de este proceso". Así, continuará con el proceso de custodia y corrección de las pruebas, para "salvaguardar los derechos de los aspirantes y para dirimir el alcance de las incidencias que —en las últimas horas— la Generalitat ha recogido en una página web no contemplada en los pliegues del procedimiento".