El rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, lleva en el exilio desde el pasado 3 de agosto. Pese a llevar una vida de lujo en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde sigue con su vida social entre amigos de cacería, parece insistir en regresar a España y, tras el fracaso de su operación de blanqueamiento con una regularización fiscal con la que reconocía implícitamente sus tejemanejes financieros, ahora cree haber encontrado en el coronavirus la razón por la cual no puede regresar.

Según informaciones publicadas hoy por El Español citando al habitual y anónimo círculo de amigos del patriarca de los Borbones, si Juan Carlos no ha regresado a España todavía, es porque habría renunciado a hacerlo hasta no estar vacunado contra la Covid-19, y plantea hacerlo en su exilio:  “No ha venido en Navidad por culpa del coronavirus y con la llegada de la vacuna... él tiene pensado vacunarse allí, ya han empezado las vacunaciones en Abu Dabi, y volver en cuanto pueda", habría afirmado un amigo gallego de Juan Carlos según el medio citado.

Es decir, ahora Juan Carlos se saca de la manga que si no vuelve no es por los motivos que le obligaron a marcharse, sus irregularidades fiscales, sino por la pandemia, y no ceja en su empeño de volver como si no fuera con él la cosa. Y eso que ayer mismo el Tribunal Supremo pidió a la Fiscalía que informase sobre la querella presentada por Izquierda Unida y el PCE contra Juan Carlos y otras personas por trece presuntos delitos a raíz de las revelaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en una conversación con el excomisario José Villarejo. La Sala de lo Penal del Supremo dio traslado al ministerio público para que informe "sobre competencia y contenido de la querella formulada" después de que sus impulsores hayan depositado la fianza de 12.000 euros que les exigió para ejercer la acción popular, según informó IU en un comunicado.

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Cena con un amigo de safari

El mismo medio abunda en como ha pasado la Navidad Juan Carlos: no cenó solo, pero tampoco en familia. En concreto lo hizo con un empresario de origen inglés al que conoce de cacerías compartidas. Eso sí, a las 12 de la noche, hora local, hizo un alto para seguir en directo el discurso de Felipe VI, que habría sido de su gusto.

En todo caso, no estuvieron con él ni su hija Elena ni sus nietos Froilán y Victoria, aunque sopesaron hacerlo. En el último momento decidieron quedarse en Madrid y cenar en la Zarzuela con Sofía y su hermana Irene, toda vez que las dos renunciaron a cenar en Grecia con su hermano Constantino, el depuesto rey griego que actualmente pasa por un mal estado de salud.