El mundo al revés. Mientras El Mundo emplaza al gobierno de Mariano Rajoy a hacer caso al Consejo de Estado y no presentar un recurso al Tribunal Constitucional para impugnar la investidura del president en funciones, Carles Puigdemont, El País lo anima a "explorar todas las vías para evitar que vuelva a ser presidente de la Generalitat".

Sin acabar de posicionar en ninguna de las dos partes, y haciendo —al principio del escrito— una descripción visiblemente objetiva sobre la situación poniendo encima de la mesa que mientras el ejecutivo del PP quiere impugnar la investidura, el Consejo de Estado avisa de que no hay base suficiente para hacerlo, y subrayando, sobre todo, que su opinión "no es vinculante", El País justifica la actitud de los populares bajo el argumento que tienen "la misión de proteger el interés general" y aseguran que impedir la investidura "no es sólo un objetivo políticamente deseables y jurídicamente legítimos, sino una obligación inexcusable de la cual de ninguna manera puede abdicar".

Para cumplirlo, el gobierno español "tiene en frente una amplia panoplia de instrumentos políticos y legales", unas actuaciones que, subrayan, "están sometidas tanto a la revisión política como judicial". Precisamente por eso, alegan todo el rato que "el expresidente huido de la justicia, no sólo está encausado por gravísimos delitos", sino que, aparte de eso, justifican que el artículo 155 de la Constitución española continúe activado por "su negativa a respetar la ley", así como por "su reiterada desobediencia al Constitucional" que, en ojos suyos, "son las únicas responsables" del control del Estado a las instituciones catalanas.

Agotamiento

Por todo ello, se lamentan y advierten que "ni el presidente del Parlamento ni los grupos parlamentarios que promueven la candidatura de Puigdemont sean conscientes del daño al autogobierno y a la convivencia que supondría investir Puigdemont" y consideran que "su persistencia a la hora de desafiar el Estado demuestra su incapacidad de escuchar las demandas de una sociedad fracturada y agotada".

Siempre según el diario citado, cualquier paso que dé el gobierno de Rajoy será positivo porque "en nombre de la democracia y de la Constitución, y en representación de la ciudadanía, tienen que agotar todas las vías políticas y legales a su alcance para evitar a una investidura que evocaría las instituciones del autogobierno a un nuevo conflicto con el Estado".

Y, para acabar, una advertencia: "Así funciona el estado de derecho: tanto el Consejo de Estado como el Tribunal Constitucional como el Gobierno [español] tienen que cumplir su papel". Sea como sea.