Al día siguiente del porrazo de Ciudadanos y de la marcha de Albert Rivera, Manuel Valls vuelve a aparecer. Y lo hace para pedir a los diez diputados de Cs cambiar el rumbo que tenían hasta ahora y que faciliten la investidura de Pedro Sánchez. El concejal en Barcelona ha puesto su ejemplo en la capital catalana, que con su apoyo a la alcaldesa Ada Colau impidió que el independentista Ernest Maragall llegara al gobierno municipal. Ha deseado que esta vez se lo escuchen más.

En una entrevista este martes por la mañana en la cadena SER, el exprimer ministro francés ha asegurado que "Ciudadanos, con 10 diputados, todavía tiene un papel muy importante en el Congreso para permitir no sólo la investidura de Pedro Sánchez", sino también para garantizar la gobernabilidad. "Sería el mejor mensaje que podría dar después de esta derrota", ha defendido Valls. Ha argumentado que "los españoles han castigado a Ciudadanos por no saber jugar el papel de partido bisagra".

En este sentido, Manuel Valls ha advertido que "si no hay pactos de Estado, habrá una crisis de Estado". Y se ha puesto al servicio para ayudar con su ejemplo en Barcelona: "Si puedo ser útil, lo haré". A pesar de todo, parece descartar volver a asociarse con Ciudadanos. "No quiero hacer política como antes. No quiero la vida de partido. Es importante que los partidos constitucionalistas se unan", ha sostenido. Ha valorado como "digno, responsable y emotivo" el discurso de Albert Rivera con el que se despidió de la política este lunes.

Por otra parte, el concejal de Barcelona ha cargado contra la derecha por no parar los pies a la extrema derecha. "Los acuerdos directos e indirectos con Vox fueron y son un error del PP y Ciudadanos, porque blanquearon la extrema derecha," ha criticado Manuel Valls, que ha instado a combatir a los ultras "con propuestas y respondiendo a sus mentiras".