El Mundo habla de "coacciones" con una foto de la bronca en el mitin de Ciudadanos en Errenteria, donde, muy oportunamente, se ve una estelada de fondo. La manipulación es tan grosera que muestra el grado de paranoia de los que han editado esta portada. ABC habla de "acosos". Pronto no les quedarán más términos catastróficos para describir la campaña de las elecciones generales. La dinámica de esta carrera electoral, tal como la explican los diarios de la derecha, es un círculo infernal donde la buena gente de Ciudadanos, del PP o de Vox pasan un calvario de broncas y agresiones que se multiplican por diez, cien, mil, en las portadas, cada mitin transformado en una batalla por la libertad, bla, bla, bla. Todo más mentiroso que un póquer de ochos.

ME

ABC

LR

La Razón se inventa una conspiración de laboratorio entre Pedro Sánchez y Quim Torra para liberar a los presos políticos. Todavía tienen que condenarlos, pero el diario ya lo da por hecho. El razonamiento es fruto de una mirada conspiranoica desbocada: Sánchez no quiere arrancarle las competencias penitenciarias a la Generalitat, de manera que facilita así que el Gobierno otorgue a los presos políticos (ya condenados) el mismo trato que a Oriol Pujol, que ya tiene el tercer grado. Si te lo dice un borracho en la barra de un bar pensarías que es consecuencia de su exceso etílico. Una portada de taberna.

Todo este jaleo está muy bien orquestado por los mismos partidos, que se hacen presentar como víctimas de la intolerancia de los fanáticos, etcétera. Y esos diarios colaboran como si les fuera la vida en ello. En unos meses, te mataràs de la risa al repasar sus portadas, pero ahora el riesgo es que la crispación y el miedo que levantan quede como un rumor de fondo permanente que degrade la vida política y social del país y el ánimo de la gente.

En El Periódico parecen tan cansados de todo este ruido que la mayoría de sus portadas de los últimos días ni abren con la campaña electoral. El País y La Vanguardia intentan presentar el momento con más ciencia, pero les sale una lección de demoscopia que, tal como está la cosa, tendrán que cambiar a mediados de esta misma semana, porque todo va de un pelo. Ara quiere hacer una portada con temperatura y presenta una campaña polarizada entre ERC y el PSC. Los discursos de los mítines quizás acompañen esta versión, pero suenan más falsos que un euro de madera. Son portadas que sólo se aguantan por la voluntad de editarlas así, haciendo ver que hay una campaña electoral y que se celebran unas elecciones decisivas.

En medio de este maremágnum, los grandes ausentes: los programas, las propuestas, las ideas.

LV

EPC

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EPA

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