Preocupación y pesimismo en la prensa española a tan solo seis días para las elecciones del 21-D. Aunque algunas de sus encuestas dan la victoria a Ciutadans, saben que, aún y así, no tendrán suficientes escaños como para llegar a la mayoría absoluta porque, según exponen, el reparto de escaños por provincias seguiría dándole la mayoría absoluta a los partidos independentistas. Y eso les preocupa, y les hace pensar en una posible repetición de las elecciones como ya pasó con las estatales del 20-D y el 26-J.

Mientras ABC El País dan la victoria al partido liderado por Inés Arrimadas aunque estaría disputándose el liderazgo con ERCLa Razón El Mundo exponen que ERC sería la fuerza ganadora de estos comicios. Su esperanza o, según como se mire, peor enemigo serán los comuns porque tanto pueden tirar por apoyar a los socialistas catalanes o bien a los partidos independentistas.

La inquietud (e incluso desesperación) porque la situación política de Catalunya continúe siendo la misma se hace evidente y la mayoría resaltan la incertidumbre que aún, según ellos, continua planeando sobre el futuro del territorio catalán. 

El 'sin efecto' del 155

A parte de esto, algunos se lamentan de los resultados que pronostican las encuestas para el PP y lo consideran "injusto" por "el indudable mérito del PP y del Gobierno de Rajoy en la aplicación del artículo 155 y en el consenso político forjado con el PSOE Ciudadanos para conjurar la más grave crisis constitucional de la reciente historia de España".

Un "mérito" que, en caso de que se impongan las fuerzas independentistas "se limita a oponerse a la acción de la Justicia y a la aplicación del artículo 155", motivo por el cual se quejan de que "el coste de su fracaso político no es tan alto como cabría esperar desde un criterio estrictamente racional".

Y no solo eso. También critican, como El Mundo, que es el más duro en sus afirmaciones, que "ni la patente irracionalidad de la hoja de ruta separatista, ni la estafa de un plan fracasado en sus promesas pero de consecuencias letales para la convivencia y la economía, ni la cárcel justificada por la gravedad de los delitos imputados a los líderes del golpe, ni siquiera la ópera bufa de Puigdemont y sus corifeos en Bélgica. Nada ha roto la foto fija de dos bloques casi simétricos que parecen abocar a Cataluña al bloqueo político".

Rozar la mayoría

ABC, por ejemplo, se lamenta de que "estos partidos, despectivamente calificados por los nacionalistas como la «coalición del 155», superaría al bloque separatista en dos décimas, pero el reparto de escaños entre provincias seguiría dándole una mayoría que no llegaría a ser absoluta, aunque se acercaría peligrosamente a ella". 

Su principal temor es que el bloque constitucionalista no sume suficientes escaños como para poder gobernar y desbancar a las fuerzas soberanistas y así lo ponen de manifiesto en su editorial titulada "Oportunidad para el constitucionalismo", donde se lamentan de que "no salen los números para una mayoría no nacionalista; y la separatista dependerá de que los «comunes» de Colau le presten sus votos".

Ahora bien. Los números no les acaban de salir de ninguna manera. Ni bloque del 155, ni bloque soberanista, ni, tampoco, la opción de un tripartito de izquierdas con ERC, el PSC y Catalunya en Comú. Eso sí. Dejando esto de lado, y como todos los diarios que hoy publican encuestas, incluido El Nacional, ponen de relieve que el PP lo tiene crudo y, justamente por eso, le recuerdan que "tiene una semana para corregir una tendencia de retroceso que en un mes le ha llevado a perder un punto y medio y entre tres y cuatro escaños".

Un PP que, a su juicio, no merece estos resultados después de haber aplicado el artículo 155 de la Constitución para tomar las riendas de todas las instituciones catalanas y que, además, lo hizo consiguiendo el apoyo del PSOE y de Cs, un acuerdo inédito en la historia de la democracia hasta hace poco más de un mes.

Inamovible polarización

Arrimadas acaricia la victoria, pero aún no se impone a ERC, según El Mundo, que se lamenta de que "a seis días de las autonómicas catalanas, la contienda electoral parece sumergida en una atonía frustrante". A su parecer, el 21-D "puede decepcionar a todos aquellos ciudadanos que confiaron en que los comicios podrían revertir la hegemonía independentista".

Este es el rotativo que más carga con los resultados que pronostican las encuestas porque no entiende que después de que se haya encarcelado "justificadamente" a los consellers y los Jordis, se haya aplicado el 155 y haya "fracasado" la proclamación de la República, continuarán sacando muchos votos.

Eso sí. El incremento de votos que recibiría Cs "certificaría una extraordinaria y meritoria victoria fruto de la inédita movilización del voto no nacionalista", pero no todo sería del color de rosa por "la sobrerrepresentación electoral del nacionalismo en Lleida y Girona permitiría a ERC obtener una mayor representación que la formación naranja".

 

Como se verá luego con El País, este diario también carga contra líder del PSC, Miquel Iceta, por "agrietar el bloque constitucional" por pedir que se indulte a los presos políticos. La decepción porque la aplicación del 155 no haya hecho los efectos que se pretendía como "desmovilizar al electorado nacionalista ni favorecer el trasvase de votos de éste a las fuerzas constitucionales", deja claro, a su parecer, que "la modalidad exprés de 155 escogida por Rajoy dejará un amargo sabor a fracaso".

El traspiés de Iceta

El País, en su línea habitual, se pone de lado del PSOE y critica a Iceta por haber soltado este miércoles que "si hay sentencia condenatoria pediría el indulto para los encarcelados". Instándole a oponerse al indulto "por respeto a la justicia y a sus votantes", este diario considera que las palabras del primer secretario de los socialistas catalanes "es un ataque en toda la regla a los esfuerzos del Estado por restituir la normalidad y el respeto a las leyes que el procés hizo saltar por los aires".

En su editorial, bautizada como "Grave traspiés de Iceta" y donde no se hacen eco de su encuesta, critican que "la propuesta de Iceta contiene dos torpedos de grueso calibre contra dos pilares básicos de una democracia" y, actuando así, y siempre según su parecer, "debilita al frente constitucionalista y sitúa al PSOE en una difícil coyuntura".

Ahora bien. Si nos centramos en la encuesta que publica el mismo rotativo, se ve como Cs también pasa por delante de ERC, aunque, aún así, se quedan a entre uno y dos escaños de los independentistas. Se trata, pues, de un escenario que, como ya apuntaba ABC, deja a Catalunya en "una situación de difícil gobernabilidad" porque, además, "si se mantiene la actual dinámica de bloques entre independentistas y constitucionalistas, ni uno ni otro podrán gobernar". Otra vez, el papel que protagonizan los comuns será clave para ver qué pasa en el futuro político de Catalunya.

Por todo ello, alertan de que "comienzan a oírse voces en Catalunya que alertan de la posibilidad de un bloqueo y de que tengan que repetirse las elecciones" y deducen que si se aprovecha el voto útil y la ciudadanía que para el 27-S de 2015 se quedó en casa va a votar, el panorama puede cambiar mucho en favor del bloque constitucionalista.

Ingobernabilidad preocupante

Ahora bien. Sobre el voto útil, La Razón también tiene mucho que decir y considera, en su editorial, que éste "no es suficiente" porque, aún y así, el dibujo que saldrá del 21-D será el de un "una Catalunya ingobernable, sin mayorías parlamentarias determinantes y con unos partidos separatistas que resisten bien pese al fiasco del proceso secesionista, aunque pierden la mayoría absoluta de los escaños".

El voto útil, además, "perjudicará en mayor manera al Partido Popular y favorecerá a Cs", mientras que el PSC compensaría "los sufragios que transfiere a Cs con lo que recibe de Podemos". Una Catalunya en Comú que "será decisiva" para hacer frente a "una Catalunya dividida".

Este diario, aunque da la victoria a ERC, subraya que los partidos constitucionalistas superarán a los nacionalistas, pero no tendrán los apoyos suficientes como para poder gobernar y, otra vez, volverá a ser clave el papel de los comuns que, subrayan, "los datos que proporcionan las encuestas está muy condicionado por la falta de una posición ideológica previsible, –siquiera, inteligible– por parte de la facción local de Podemos ante el principal desafío planteado por estas elecciones".

Ahora bien. Las encuestas quedarán atrás y habrá que esperar al 21-D para ver qué es lo que realmente ocurre.