Grieta entre los partidos del Gobierno de nuevo por el traspaso de Rodalies, que ha vuelto ocupar hoy la agenda de sesiones de la Cámara catalana. Si hace cerca de un mes al vicepresidente Jordi Puigneró consideraba que el trayecto hacia el traspaso definitivo de Rodalies había empezado, hoy el PSC ha votado en contra de una moción de los comunes que pide esta negociación.

Es decir, que ambos partidos del ejecutivo central, comunes y PSC, han chocado en esta cuestión. En concreto, la moción de los comunes pide negociar con el gobierno del estado el traspaso definitivo y completo de Rodalies, incluyendo el AVE, a fin de que la Generalitat "pueda impulsar un servicio público de transporte de viajeros, con precios y frecuencias razonables". Este punto de la moción, que había sido transaccionado con enmiendas de ERC y Junts, ha recibido el apoyo de los partidos independentistas y comunes, mientras que se han opuesto PSC, VOX y PP, mientras que el partido naranja se ha abstenido.

El pleno también ha aprobado instar al Govern a iniciar los trámites "necesarios" para la puesta en funcionamiento del servicio de cercanías de Lleida. El apartado ha sido transaccionado con una enmienda del PSC-Units, y ha recibido los votos en contra de Vox, mientras que el PPC se ha abstenido. El resto del hemiciclo ha posicionado a favor.

En la misma moción la mayoría del Parlament ha rechazado un punto que pedía instar al Govern a iniciar los trabajos para la elaboración de una propuesta catalana de un nuevo sistema de financiación autonómica y asistir a las reuniones y actos donde se hable: ERC Junts y CUP han votado en contra de este punto, a favor han votado los comuns con PSC y Cs, mientras que el PP y Vox se han abstenido.

El debate de Rodalies

El debate de Rodalies se incendió bastante el mes de octubre con la huelga de maquinistas y mientras desde Catalunya se reclamaba el traspaso, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, cerró la puerta al traspaso del servicio diciendo que no era una cuestión que estuviera sobre la mesa. Después, sin embargo, se convocó a finales de noviembre la comisión bilateral de infraestructuras entre el Estado y la Generalitat, de donde todas las partes salieron razonablemente satisfechas.

El vicepresidente Puigneró, que participó, explicó que sólo era un primer paso que se tendrá que ir concretando a lo largo de los próximos meses, con el verano que viene como deadline para verificar la voluntad real del Estado. El traspaso integral también incluye la infraestructura, las vías, las catenarias, las estaciones, el tren o el personal, los aspectos que más están costando en la negociación con el Estado. "Nos sitúa en un escenario de establecer puentes de confianza con el gobierno del Estado para ver si hay esta voluntad o no de avanzar políticamente hacia este traspaso, tal como marca el Estatuto", remarcó Puigneró después del encuentro.