Al ritmo que la precampaña se internacionaliza con cuestiones como la carta de España a Bruselas por el déficit, o las visitas a Venezuela por parte de PSOE y Ciudadanos, el Partido Popular pasa como un huracán capaz de abrir las aguas, y conseguir el efecto de polarización del voto para el 26-J. Este lunes le ha tocado el turno a Catalunya. La vicesecretaria de estudios y programas, Andrea Levy, ha denunciado que el Govern de la Generalitat se dejara "hacer chantaje" por la CUP, después de que esta pusiera en cuestión el pacto de gobierno con Junts pel Sí.

"Vemos con preocupación que el Govern catalán se deje hacer chantaje por un partido radical y extremista como la CUP", ha disparado Levy, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional del PP, que todos los lunes tiene lugar en Génova. A opinión de la vicesecretaria, "cuando uno pide apoyo a los que quieren reventar el sistema, aparecen turbulencias", ha subrayando, considerando que los cupaires "sólo actúan en función de los intereses de su asamblea".

La crítica se enmarca dentro de un mar de fondo más hondo, como es la voluntad del PP de erigirse como defensor de la estabilidad, frente a los populismos "de izquierda y de derecha", ha dicho Levy en una alusión directa a Podemos. Por este motivo, han tirado los cuchillos contra Austria, ahora que la fuerza de extremaderecha acariciaba el triunfo electoral. Asimismo, contra el PSOE y Venezuela, tras la manifestación este domingo en Madrid para pedir alimentos para el país, a la cual los socialistas no asistieron.

A medida que avanzan los días, el PP busca hacer un retrato de aquello que creen que espera a España si los ciudadanos no votan por ellos. A la formación morada les ha acusado de tener el diario Gara como referencia, como "declaró" el líder de Podemos, Pablo Iglesias, hace tiempo. Al socio de este, Alberto Garzón, le reprocha que considere culpable al preso venezolano, Leopoldo López. La familia de este será visitada por Albert Rivera mañana, durante su viaje en el país sudamericano. 

La carta de Rajoy a Juncker

La estabilidad económica es el otro as que el PP quiere jugar, como es marca de la casa, aunque las contradicciones enturbian su relato de precampaña. Este lunes se ha conocido que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, había enviado una carta al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, para comunicarle que España haría "más ajustes" la segunda mitad del 2016, a fin de evitar que los organismos comunitarios sancionen al Estado español.

"En la carta no se habla de ajustes, lo que se dice es que España cumplirá generando más ocupación", se ha defendido Levy. Pero parece que la misiva comunitaria habla claro al respecto de las intenciones del PP de hacer más recortes, aunque ella ha reiterado que combatir el paro era la primera prioridad para Génova.

El cuerpo de la carta contradice también unas declaraciones de Rajoy la semana anterior en el diario económico Financial Times, donde aseguró que bajaría los impuestos si gobierna. El hecho ha sido criticado por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en un desayuno informativo en Madrid, asegurando que él no bajaría impuestos, pero sólo los subiría a las rentas altas. "En Bruselas dice una cosa y en España la contraria", ha criticado el socialista. 

Pero dicen que la mejor respuesta es un buen ataque. Levy lo ha tachado de "irresponsable" y ha dicho que era casi "patético" que estuviese dispuesto a no satisfacer los requerimientos económicos de la Zona Euro. "¿Es que no piensa cumplir con los compromisos de la Unión Europea?", ha sido el dardo envenenado de la genovense.