Los principales actores implicados en la negociación para hacer president a Pere Aragonès coinciden en señalar a ElNacional.cat que difícilmente será posible que la investidura sea antes de la semana del 17 de mayo, por lo tanto, al filo del deadline para la repetición electoral, fijado en el 26 de mayo. 

Hace muchos días que los equipos encargados de pilotar la interlocución están en contacto diario y permanente para ir acercando posiciones. Según explican, el acuerdo va tomando forma a fuego muy lento. Donde se está adelantando más es en la definición del programa de gobierno que tendrá que aplicar el futuro ejecutivo de Aragonès. Se ha avanzado en todo lo que tiene que ver con políticas sociales y económicas, pero quedan muchos flecos por cerrar, por ejemplo en el ámbito institucional y de seguridad y orden público.

Entre los puntos espinosos se encuentra el apartado referente a qué hacer con los proyectos de energías renovables que la CUP y ERC se han comprometido a paralizar. Una moratoria que a Junts les chirría.

Driblar el Consell per la República

Desde de ERC esperan poder dar carpetazo a la parte programática esta semana, para poder llegar al domingo con un principio de acuerdo. Para que eso sea posible, presionan a Junts para disociar de la negociación para investir a Aragonès todo lo que tiene que ver con el debate estratégico, especialmente en relación con el Consell per la República. Este es sin duda el capítulo que más está lastrando las conversaciones. La apuesta de los republicanos plantea salir adelante con la investidura y seguir negociando ya con el gobierno en marcha.

La última reunión mantenida entre los dos partidos se centró en esta cuestión y, según fuentes conocedoras, ambas partes fueron acercando posiciones todavía sin cerrar nada. La discrepancia radica en la voluntad de Junts de circunscribir al Consell per la República la comandancia de la hoja de ruta hacia la independencia que ERC no compra. Para los de Junqueras, el ente con sede en Waterloo tiene que concentrarse en la tarea de internacionalización, pero el órgano que marque el rumbo sobre el avance en la República tiene que ser autónomo.

Con este asunto todavía por resolver, también está pendiente de encaje el reparto de la estructura de gobierno. Junts ha enmendado la propuesta original que les hizo llegar Aragonès. De las catorce conselleries que planteaba el presidenciable, proponen restar una. Al mismo tiempo, replantean algunos aspectos como la macroconselleria de Presidencia o la desaparición del Departament de Polítiques Digitals.

ERC estira el plazo a Junts hasta el 20 de mayo

En vista de todos los cabos que todavía quedan por atar, los negociadores dan por hecho que quedan días por delante antes de que se pueda sellar un acuerdo. Esta mañana lo verbalizaba el propio Sergi Sabrià en TV3, que estiraba hasta el 20 de mayo el plazo para certificar si es posible repetir coalición con Junts. Quedarán seis días para llegar al precipicio, el 26 de mayo, que es cuando automáticamente se disolvería el Parlament y se tendrían que convocar nuevas elecciones en julio.

Según indican fuentes de los partidos a este diario, toma fuerza la posibilidad de que la consulta de Junts a su militancia sobre el acuerdo alcanzado con ERC sea en torno al fin de semana del 15 y 16 de mayo. Por lo tanto, no sería hasta la última semana antes de que se llegue al límite de la repetición electoral que podría celebrarse la sesión de investidura.

En la imagen principal, los negociadores de ERC. / Marc Puig