El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha tenido sobre la mesa este jueves una vez más el caso del magistrado Manuel Arcel, titular del juzgado de primera instancia número 5 de Tarragona. Con quince sanciones a cuestas, Arce ostenta el título de juez más sancionado del Estado español y hoy el CGPJ tenía que decidir si volver a suspenderlo durante tres años o expulsarlo de la carrera judicial. Finalmente, los magistrados han optado por la expulsión, según informa El Mundo.

El motivo de la expulsión sigue la línea de los expedientes anteriores: desatención a sus deberes como juez. Arce se ha ido ganando una reputación en todos los juzgados en que ha ejercido por los retrasos y la desatención a sus tareas, que afectaban a toda la actividad de la institución.

Así acaba el último caso de Arce ante el CGPJ. El promotor de la acción disciplinaría, Ricardo Conde, ha visto aceptada su propuesta de expulsar al magistrado.

Una larga lista de advertencias

Arce ha tenido mucho tiempo para modificar su conducta, ya que las advertencias y sanciones previas a su expulsión de la carrera judicial han sido muchas. Sin ir más lejos, el magistrado se enfrentaba hoy a su posible expulsión mientras estaba suspendido de sus funciones por tres años por el mismo motivo. En aquella ocasión, el promotor de la acción disciplinaria se mostró partidario de que Arce fuera separado ya de la carrera judicial.

La suspensión que arrastra Arce se produjo pocas semanas después de que el magistrado se reincorporara a su puesto de trabajo en Tarragona, después de cumplir una pena anterior de seis meses de suspensión cautelar.

Al volver a su puesto de trabajo en junio del 2020. Arce no mostró cambios en su conducta. En el tiempo hasta la nueva sanción, dictó un total de 23 sentencias y 56 actuaciones y suspendió hasta 28 juicios. Puso una media de poco más de tres sentencias al mes. Por este motivo el CGPJ calificó el rendimiento del magistrado de "anecdótico o testimonial".

Precedentes en otros juzgados

El título de Arce de ser el juez más sancionado de España no se lo forjó en Tarragona, ya llegó con él. Según recuerda el Diario de Tarragona, después de su llegada a la ciudad el año 2019 con el título de juez más expedientado no pasó desapercibido por sus nuevos compañeros de trabajo. Su fama quedó probada poco después de su llegada.

Un par de meses después de que llegase a su nuevo destino, una investigación constató que hasta el 30 de septiembre del 2019 acumulaba 56 sentencias por dictar y 14 actuaciones. También se determinó que los casos pendientes de resolución habían aumentado un 17%, la mayoría divorcios y modificación de medidas cautelares a consecuencia de separaciones.

 

Imagen principal: Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, durante el acto de abertura del año judicial / Efe