Un retroceso de la izquierda española marcado por el desgaste de gestionar la Covid-19, cambios dentro de la derecha con la progresiva extinción de Ciudadanos y una presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha colocado en el mapa del PP un nuevo liderazgo.

A grandes rasgos, estos serían los factores que provocarían un recorte de distancias. Pablo Casado se acercaría al presidente socialista español, Pedro Sánchez, si ahora se celebraran unas elecciones.

Marca Ayuso

Esta es la conclusión que da la última encuesta del mes de marzo que publica el diario 'La Razón' de la mano de NC Report, una empresa dedicada a los estudios de mercado y opinión pública que aplica una metodología telefónica. En este caso, las llamadas se realizaron entre el 26 y el 31 de marzo y el PP se coloca a tan sólo 1,8 puntos de distancia respecto del PSOE si ahora se celebraran unas elecciones generales.

El resumen es que todo son modas y la marca Ayuso vende. Según NC Report, Sánchez movería el 26,6% del voto con 108 o 110 diputados, y Casado el 24,8% que le daría entre 105 o 107 diputados. Actualmente, el PSOE está en 120 y los populares tienen 88. Hay que recordar que Vox y Santiago Abascal se comió una buena parte del pastel que tenían los populares con 52 miembros actuales, la tercera fuerza más votada en el Congreso de los Diputados.

El fracaso de Ciudadanos

Los resultados de Ciudadanos en Catalunya son la expresión más ilustrativa del fracaso de Inés Arrimadas. Hay que sumar otra derrota en la moción de censura presentada en Murcia, la descomposición de sus miembros, como Toni Cantó que abandonó su acta valenciana y ha fichado por el PP madrileño, o una bajada en el Congreso que ya marcaba el derrumbe con la dimisión de Albert Rivera. La suma del bloque de la derecha podría llegar a los 179 escaños si más de la mitad de los votantes del partido naranja se pasaran al PP y el 25% de la ultraderecha de Vox también cambiara su intención.

'La Razón' subraya: "La demoscopia apunta que puede variar según la comunidad autónoma, aunque la inercia es que en líneas generales estos votantes de Albert Rivera se inclinen hoy más por Casado que por la opción de un gobierno de coalición con Unidas-Podemos que cuenta con el apoyo, además, independentista. En Madrid, por ejemplo, el electorado de Ciudadanos tiene un perfil más de derechas que el de otras autonomías, como Andalucía, donde el votante del PP es más de centro".

La izquierda, cansada

También hay que tener en cuenta que ya hace más de un año que la izquierda de los socialistas lidera la mayor crisis sanitaria y económica de las últimas décadas. Eso provoca un efecto de inacción del perfil de su votante. Así pues, bajarían de 10,5 a 9,4 millones de votos y pasarían del 43,3% al 40,6%. El ajuste entre partidos es más equitativo que lo que se produce en las derechas, ya que el PSOE y Unidas-Podemos pierden 1,4 puntos cada uno. Globalmente se dejan 17 escaños, al descender de los 158 a 141. Los socialistas pierden entre 10 y 12 diputados y los lilas, entre 5 y 7.

Pero también hay un efecto paralelo: la baja participación que cae 3,1 puntos. Otros partidos, sin embargo como los independentistas catalanes o vascos se mantienen en el mismo poder de acción de su votante. El único que bajaría a un diputado sería la CUP.