"Es perfectamente legal y normal". Así se ha defendido el ministro español de Ciencia, Pedro Duque, después de que OK Diario haya publicado este jueves que tiene un chalet en Xàbia (Alacant) a nombre de una sociedad patrimonial. Lo ha justificado en sus circunstancias personales, que lo obligaban a estar fuera del país, y ha señalado que "no ha habido ningún ahorro real de impuestos" por parte de la sociedad.
En una comparecencia desde el Ministerio de Ciencia, Duque ha asegurado que tiene todo el apoyo del presidente Pedro Sánchez. "El caso no tiene nada que ver con sus declaraciones", ha sostenido, en referencia a cuando el dirigente socialista dijo que "si alguien crea una sociedad interpuesta para pagar menos impuestos, estará fuera". Duque ha defendido que pagó todos los impuestos que le pertocaban.
Según ha explicado el ministro español, fue el notario quien les recomendó la constitución de la sociedad, que en aquel momento, de burbuja inmobiliaria, "el gobierno promocionaba". Ha admitido que "no fue tan buen consejo", porque le costó bastante dinero constituir la sociedad. "Me asesoré suficientemente", ha sostenido.
La decisión de constituir la sociedad la ha justificado en la anterior etapa profesional, cuando el ministro era astronauta y su mujer, Consuelo Femenía, era diplomática. Por este hecho tuvieron que vivir durante muchos años en el extranjero. De hecho, ha explicado que dentro de la sociedad hay una segunda vivienda en Madrid. "Era la burbuja y después costaba mucho deshacerla", ha insistido.
Por otra parte, Duque ha afirmado que los únicos ingresos que ha facturado la sociedad han sido cuando han alquilado la casa en Xàbia. Ha negado categóricamente que se haya utilizado la empresa para facturar gastos personales que no corresponderían. "He sido absolutamente escrupuloso", ha defendido.
Según OK Diario, el ministro y su mujer, María Consuelo Femenía, figuran como administradores de la sociedad Copenhague Gestores de Inmuebles SL, empresa que fue creada el mismo día que se adquirió el inmueble. La creación de este tipo de empresa permitiría eludir el pago en impuestos de IRPF, de patrimonio y, además, hace posible deducir gastos en el Impuesto de Sociedades.