El exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez mantiene la duda sobre qué hará tras haber dicho 'no' a Mariano Rajoy junto con sus compañeros en la primera votación para la investidura del candidato del PP. En las últimas horas se han disparado los rumores en los círculos socialistas, donde no se descartaba hasta hoy que dejara el acta. El dilema de Sánchez era si dejar el escaño antes o después de votar no, ante la posibilidad de que esto condicione sus aspiraciones futuras de liderar el partido como nuevo secretario general.

"Lo veréis", es el único que dijo tras abandonar el hemiciclo cuando los periodistas le preguntaban repetidamente para que haría sábado. Sánchez reapareció en el Congreso este miércoles de su dimisión del 1 de octubre. Previamente, en las redes sociales anunció que acudiría al debate de investidura y que este jueves votaría 'no' con sus compañeros.

Aun así, este viernes ha vuelto al Congreso, donde ha avivado los rumores sobre que llegaba a dejar el acta definitivamente, pero no ha sido así. Se podría saber este sábado mismo porque el exsecretario general comparecerá ante la prensa a las 12: 30h, antes de que se produzca la segunda sesión de investidura en la que previsiblemente Mariano Rajoy será elegido presidente.

Responderá con hechos

Esta posibilidad fue muy comentada en los círculos socialistas durante toda la jornada. Algunos diputados –del sector crítico con la gestora– apuntaban a que Sánchez podría dejar el escaño antes del sábado, para mantener la coherencia con el 'no' a Rajoy y no romper tampoco la disciplina de voto.

A juicio de muchos socialistas, de todas las sensibilidades, si el ex-secretario general vota 'no' y desacata el mandato del comité federal, no sólo sería el primer ex-secretario general del PSOE que rompe la disciplina de su grupo, sino que estaría inhabilitado para intentar liderar el partido de nuevo. De hecho, algunos opinan que Sánchez intenta volver a la secretaría general y ha comentado que, además de dejar su escaño, Sánchez podría aprovechar para anunciar que se presentará a las primarias del próximo congreso del PSOE.

Sánchez no se abstendrá

De una u otra forma, lo que casi todo el mundo descarta es que Sánchez acuda el sábado a votar abstención, la única posibilidad que no generaría un nuevo terremoto en el PSOE, donde ya se da por descontado que habrá ruptura: además de los siete diputados del PSC, los socialistas de todo signo cuentan con el 'no' de las independientes Zaida Cantera y Margarita Robles y con que habrá otras cuatro o cinco más. Ya están confirmadas las de Susana Sumelzo, Rocío Frutos y Pere Joan Pons, y se duda con la de Sofía Hernanz.

La dirección no quiere hablar de las posibles sanciones y, de hecho, algunas fuentes próximas a la gestora apuntan a que el presidente, Javier Fernández, no se plantea expulsiones. Pero todos coinciden en que no puede haber excepciones, aunque el PSC puede tener un trato diferente por ser otro partido, y en que si Sánchez se encuentra entre quienes rompen, la situación será más complicada.

Así, si se descarta la abstención, las únicas posibilidades que restan son que Sánchez vaya al pleno y vote 'no' o que se ausente, y que entregue o no su acta. Afines a la Gestora no ven viable que rompa y pretenda seguir y apuntan que, en ese caso, dejaría el escaño, que es lo que también admiten que harían otros diputados cercanos a Sánchez.

No acudir a votar y seguir en el escaño sería la opción más fácil de gestionar para algunos, aunque hay quien apunta que ese movimiento contaría como una abstención y, además, puede dar la impresión de que Sánchez no quiere dar la cara.

Y en todo este panorama de rumores, entra en juego el anuncio de que Sánchez estará en el programa de 'Salvados' de La Sexta el próximo domingo por la noche.

Los críticos acusan a la gestora de querer humillarle

Mientras tanto, persiste el enfado de los afines a Sánchez por la decisión de la gestora de no replantearse la manera en la que se lleva a cabo la abstención decidida por el comité federal y que piden que se haga por la mínima, es decir, que sólo se abstengan los once diputados que necesita Rajoy para ser investido en segunda vuelta.

Esta posibilidad fue planteada por ocho dirigentes territoriales del partido, y apoyada por otros dos, un día después del comité federal y volvió a ser defendida en la reunión del Grupo Socialista previa al debate de investidura.

Sin embargo, la dirección insistió en que el comité federal del PSOE hizo un "mandato expreso" y no caben interpretaciones ni otorgar libertad de voto en conciencia a los diputados. Con el debate ya iniciado, insisten en que no hay lugar a modificar esas directrices.

Para los críticos con la gestora, detrás de esta decisión está el objetivo de "humillar" a Sánchez y de "llevarle al precipicio" para que decida dejar su escaño y darlo por 'aniquilado' de cara a las primarias.

De hecho, durante el debate interno de este miércoles, la diputada cacereña Pilar Lucio instó directamente a la dirección a aclarar sus intenciones. "Confesad", llegó a decirles, después de solicitar poder hacer esta pregunta, ya que no se le había concedido la palabra en la reunión.

Para los afines a Sánchez, no hay ninguna necesidad de "obligar" a todo el grupo a abstenerse, cuando se mantiene la división interna. En su opinión, se ajustaría más a la situación la denominada abstención técnica, ya que defienden que ha sido una decisión instrumental y no ideológica.

El diputado Ábalos, defensor del 'no', llegó este miércoles a ofrecerse incluso a formar parte de los once 'señalados' si de esta manera se liberaba al partido de la "tensión" que, avisan, está redundando en el "desgarro" en lugar de comenzar a coser.