En poco más de cien días el gobierno de Pedro Sánchez ya ha tenido que superar dos dimisiones de ministros, una situación nunca vista en la historia de la democracia española y que deja tocado a un Ejecutivo que tiene la dificultad en gobernar en minoría. Primero fue el ministro de Cultura, Máximo Huerta, el ministro sorpresa proveniente del mundo de la televisión que tuvo que terminar por fraude a Hacienda. Ahora le ha tocado el turno a la ministra de Sanidad, Carmén Montón, una mujer con una larga experiencia parlamentaría, compañera de Pedro Sánchez desde el 2004 que también se habría beneficiado de las irregularidades de los másteres de la ya no tan reputada Universidad Rey Juan Carlos I.

Las dimisiones de los dos ministros, ambos valencianos, han sido, eso sí, fulminantes. Lo que no han hecho los ministros del PP, sí lo están haciendo los del PSOE, formación que no se puede permitir ninguna sombra de corrupción que ponga en peligro el apoyo de al menos uno de sus socios, Podemos.

Al hacerse publicas las primeras informaciones de las irregularidades del máster, ya empezó a correr en el PSOE el runrún de que Montón tenía que dimitir. Y a pesar de la defensa que ha hecho Sánchez de su trayectoria política y de su tarea al frente del ministerio, finalmente la ha tenido que dejar caer.

Maxim Huerta dimissio.EFE

Màxim Huerta dimitió el 13 de junio. Foto: Efe

El mismo virus que acabó con la vida política de Cristina Cifuentes y que pesa, como una losa, sobre la cabeza del flamante nuevo presidente del PP, Pablo Casado, ha acabado con la de la ministra de Sanidad: las irregularidades en los másteres. La tesis copiada ha sido la gota que ha colmado el vaso.

La trayectoria política de Carmen Montón ha estado marcada por tres ejes: la igualdad de género, la sanidad y la vida orgánica en el PSOE. Siempre ha estado muy próxima a Sánchez y nadie dudaba de que sería la encargada de dirigir la política sanitaria de un futuro gobierno de su compañero en el grupo parlamentario socialista.

En la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, fue pomnente de la ley que reconoció el matrimonio homosexual, promovió la legislación contra la mutilación genital femenina y la normativa sobre técnicas de reproducción asistida. También participó en la legislatura siguiente en la reforma de la ley del aborto.

A mediados del 2015, fue nombrada por Ximo Puig consellera de Sanidad en el gobierno de izquierdas que puso fin a veinte de año de hegemonía popular. Y fue la encargada de liquidar el llamado modelo Alzira de gestión privada de los centros de asistencia primaria y el copago farmacéutico.