Josep Lluís del Alcázar, profesor de ciencias del Institut El Palau de Sant Andreu de la Barca y compañero de los nueve maestros acusado de delitos de odio contra hijos de la Guardia Civil, ha hablado en RAC1 este lunes por la mañana. Es la primera vez que alguien de este centro hace declaraciones públicas. Del Alcázar ha concedido esta entrevista al día siguiente que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, publicara las fotografías de los nueve profesores que previamente había hecho públicas el diario El Mundo.

Del Alcázar ha querido empezar exponiendo lo que ocurrió al día siguiente del referéndum en su centro: "A las 12 h del día 2 de octubre el profesorado quiso llevar a cabo una concentración en silencio". El docente, que asegura que se protestó "por la paz y por la no violencia" y que no se leyó ningún manifiesto, ha añadido que en su centro "nunca se mezclaría una decisión del profesorado con los alumnos".

"No se señaló a nadie", ha subrayado Josep Lluís del Alcázar, y para demostrarlo ha explicado que se celebró un consejo escolar "en que se concluyó por unanimidad que las acusaciones que se realizaban eran infundadas". Además, en este consejo participaron profesores, padres y madres y representantes del Ayuntamiento, entre los que los había de Ciudadanos.

El profesor de ciencias está convencido de que detrás de estas acusaciones contra sus compañeros "hay una instrumentalización del caso", porque, explica, en su instituto hay decenas de familias de la Guardia Civil y la acusación solo la han sacado adelante seis de ellas.

Por otra parte, Del Alcázar ha querido explicar por qué hasta ahora ha habido silencio por parte del centro: "Desde el Departament d'Ensenyament", intervenido por el 155, "nos pidieron silencio, cosa que respetamos aunque habríamos querido que desde allí sí se hubieran hecho declaraciones". Los trabajadores de El Palau prefirieron no hacer declaraciones a la prensa "porque podía haber consecuencias de expediente".

Finalmente, Josep Lluís del Alcázar ha querido volver a cargar contra el artículo de El Mundo: "Por su culpa hemos recibido insultos de todo tipo; por un artículo que solo sirve para alimentar la confrontación", ha concluido.