Después de los presos políticos, las víctimas más perjudicadas han sido sus familias, que ven en el traslado cierto alivio. Así lo ha expresado Montse Bassa, hermana de la exconsellera Dolors Bassa, este martes durante la concentración de apoyo ante la prisión de Figueres. No obstante, ha querido recordar en un discurso emotivo que la pesadilla no acabará hasta su liberación.

"Han entrado en Catalunya, pero no están en casa", ha lamentado Montse Bassa, que ha explicado que durante la jornada de hoy ha hablado con las mujeres de los presos trasladados a Lledoners: "Nos han dicho que son ellos los que han llorado".

La hermana de la exconsellera de Trabajo también ha recordado cómo Dolors Bassa, de Torroella de Montgrí, había recorrido muchas veces esta carretera que hoy ha recorrido en una furgoneta de la Guardia Civil sin ventanas. Ha denunciado lo que considera "una vergüenza para cualquier país democrático".

Montse Bassa ha calificado de "debate absurdo" el acercamiento de los presos políticos, y ha defendido que hay una diferencia "entre derecho y justicia". En esta línea, ha añadido: "Justicia es que sean definitivamente libres".