La batalla contra la carne roja y la bollería ha cogido un nombre propio: el del ministro de Consumo, Alberto Garzón. Desde la Moncloa han lanzado un libro de recetas para sustituir la comida rápida tradicional, conocida por el anglicismo 'fast food', por una basada en más legumbres y verduras. Sorprende pero que los planteamientos básicos se centran en unos platos más típicos de otras regiones que de la dieta mediterránea.

Repasamos los platos que plantea la guía 'Comida rápida, barata y saludable' que ha publicado el Gobierno y, de momento, tan sólo está disponible en versión castellana.

Entrantes: chips de kale, guacamole con bastoncillos de zanahoria, hummus de remolacha, patatas con dos salsas, falso sushi, carpaccio de champiñones, dips de guisantes, tostada de aguacate, escabeche de sardinas, crema de calabaza y queso azul, entre otros.

Platos completos: salmón en el microondas, tallarines de calabacín y zanahoria con vinagreta de nuevos, poke de pollo, hamburguesa de atún, wrap de salsa de anchoas, mine pizza verde, lubina con patatas, tortilla de espinacas, enraman casero, garbanzos el hanout, lentejas con arroz y cúrcuma, ensalada de frutos rojos y cuscús, pita con huevo, entre otros.

Postres: helado casero de yogur y plátano, batido de avena, piña en la plancha con cardamomo, naranja con chocolate y menta, púdin de chia y mango, entre otros.

Garzón ha escrito el prólogo del libro: "Nuestro país disfruta de una de las mejores tradiciones gastronómicas del mundo. No obstante, la falta de tiempo, renta e información, o la facilidad para acceder a las opciones industriales ricas en grasas, sales y azúcares dan como resultado que nos desarraigamos del origen de los alimentos y del impacto de nuestra alimentación sobre nuestra salud y sobre el planeta. Ante esta problemática, este libro es una propuesta sencilla para preparar comidas forma rápida, barata y saludable. Y lo hace con productos de nuestra tierra, apoyando el trabajo y el esfuerzo de miles de familias que se dedican a producirlos respetando el medio ambiente".

¿Dieta mediterránea?

No obstante, si entramos en el detalle de cada plato, no hay ninguna receta que no incluya un producto que implique una deslocalización de los alimentos. Incluso un plato de garbanzos incluye un producto tan exótico como es la cúrcuma. Así pues, se plantean dos premisas: el recetario no tiene en cuenta la estacionalidad del producto y apuesta por algunos productos que incurren en graves problemas de deforestación y otras derivadas del cambio climático. Y la pregunta que muchos se hacen: ¿dónde queda la valorada dieta mediterránea?

A modo de ejemplo, el aguacate es el último "oro verde". El acelerado cambio de uso del suelo forestal por la producción de aguacate, ha provocado un gran deterioro de los ecosistemas forestales del estado de Michoacán, que se manifiesta en un proceso de deforestación de 500 hectáreas anuales. Pero los problemas en México por el aguacate también han generado el aumento de mafias por el control de este.

Fotografía de portada: imagen de recurso del ministro Garzón