Algunas portadas de hoy son ejemplo de cómo los diarios pueden salir del paso con un tema aunque la información disponible sea circunstancial o hasta escasa. En el gremio periodístico se se llama tener oficio, que quiere decir maña o habilidad. Es fácil hacer una portada si tienes información —obviamente, conseguirla es la parte difícil. Es lo que se ve en El País, que descubre algunas de las cartas que el PSOE quiere jugar con ERC para conseguir su abstención en la investidura de Pedro Sánchez.

El diario de los viejos progres informa de cosas concretas y da idea del perímetro de la oferta socialista: ampliar el Estatut y aumentar la inversión (aka "lluvia de millones"). Los aficionados a las conspiraciones dirán que los de Sánchez utilizan al diario para enviar un mensaje a Esquerra, etcétera. Quizás. Pero suena extraño que no sea eso —por otra parte tan obvio— lo que oyeron los negociadores de ERC en la mesa donde discuten con los enviados del PSOE. Otros dirán que la oferta no se ajusta a las demandas de los republicanos, que es poca cosa, etcétera. Aquí es donde entra en el juego la entrevista a Joan Tardà, quien recomienda a sus correligionarios que pacten ahora y esperen a después, seguramente porque el exdiputado prevé que, si hay investidura, la presión aflojará y Sánchez quedará más libre para pactar otros extremos.

La portada con información circunstancial es la de La Vanguardia, que no habla de ningún contenido de sustancia de la negociación sino del estado de ánimo de una de las partes. Los socialistas están inquietos, dice. Claro. No podía ser de otra manera. Ciertamente, no tiene tanta fuerza como la de El País, que informa de materias específicas, palpables, y no de emociones, que ahora son tales y mañana quals. El Punt Avui no tiene ni una cosa ni otra pero se arregla con un titular aguerrido, que parece tanto y no es nada, porque cualquier negociación de importancia se hace "bajo presión". Tiene buena pinta, sin embargo, porque la tensión —bien lo sabían Dickens y Dumas, entre otros especialistas en folletones diarios— siempre vende. Oficio.

Hay otro tipo de portadas, que no informan de nada sustancial ni circunstancial, sino que pretenden intervenir la realidad. El Mundo dice que el Rey (hablan de "la Zarzuela", que no suena tan fuerte) está inquieto por el acuerdo PSOE-Podemos. Si es verdad es grave porque —si tenemos que hacer caso a la Constitución— las inquietudes de Felipe VI no deben pintar nada en la formación de gobierno. La Razón habla de unos "barones" del PSOE y del PP que se enfadarán mucho si "hay prebendas para Catalunya", como un aviso de la mafia. Quizás existen esos barones y han dicho todo eso —el diario no lo aclara mucho. En fin, si quieres explicar alguna cosa de una negociación no hablas de lo que pasa fuera de la conversación o de qué piensan aquellos que no están ni tienen que estar. Las intenciones las sabe cada uno y Dios nuestro señor, pero da la impresión que que esos dos diarios no quieren explicarte nada sino que tienen ganas de marear la perdiz.
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