Numerosas protestas han llenado las calles de Bielrússia después de las elecciones presidenciales no reconocidas por la UE que volvieron a proclamar vencedor al presidente Aleksandr Lukaixenko. Y de entre los cánticos entonados por los manifestantes contra la represión del estado,  L'Estaca de Lluís Llach se ha convertido en un himno. Todo un canto contra la dictadura franquista que ha cruzado fronteras y que, ahora, también ha despertado la atención de los medios franceses. "La multitud repite con fervor una canción. Pero no es Give peace en chance de John Lennon, ni Bella Ciao" señala el diario Libération en el artículo 'En Bielorrusia, el himno de las manifestaciones es una canción catalana'.

"Una canción de protesta contra la dictadura de Franco, L'Estaca, escrita por el cantante Lluís Llach en 1968, ha acompañado muchos movimientos populares, desde Polonia hasta Túnez", repasa el medio francés. La canción catalana no sólo se convirtió en un himno para la lucha antifranquista, sino que también adquirió un significado contra la imposición del sistema soviético cuando, en 1979, fue adaptada por el sindicato polaco Solidarnosc. Jacek Kaczmarski escribió la versión en polaco titulada Mury donde el símbolo de la estaca pasa a ser un muro contra el cual el pueblo lucha por derribar. Esta es la versión que entonan en las manifestaciones de Bielorrússia.

El diario Libération también repasa la trayectoria de Llach, desde los escenarios hasta la política catalana. "Puso punto y final a su carrera para dedicarse a su viñedo, a la literatura, para después entrar en política. Diputado electo del Parlament de Catalunya [...] es hoy, a sus 72 años, una figura del independentismo. En febrero acompañó al presidente destituido de la región, Carles Puigdemont, durante una reunión en Perpinyà ante 200.000 simpatizantes", relata el medio.

De las decenas de versiones y traducciones de La Estaca, el diario francés también destaca la versión árabe de Yasser Jeradi bajo el título Dima Dima, que acompañó a la revolución tunisiana conocida como "revolución del jazmín" del 2011.