El PSOE se prepara para las elecciones del 26-J con un discurso parcialmente renovado con más matices lingüísticos que sustanciales, respecto de su proyecto de reforma constitucional, y de la propuesta territorial para Catalunya. En el documento Compromisos para un Sí en el gobierno de cambio los socialistas hacen constar el siguiente enunciado, donde se señala un político pacto bilateral, con cuestiones que podrían ser diferenciadas de otras comunidades, como ha sabido El Nacional.

A través de conversaciones con el gobierno en la sombra del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que se ha reunido este lunes en Madrid, este diario ha sabido que se ha decidido hacer este apunte para demostrar su sensibilidad con la cuestión catalana y "darle un relieve importante". A un mes de las elecciones, Ferraz intenta frenar la caída en las encuestas en Catalunya, y dar visibilidad a la función de Meritxell Batet como cabeza de lista del PSC para el 26-J y ministrable en asuntos territoriales.

Las fuentes consultadas indican que las ponencias y reuniones sectoriales que se mantuvieran con los representantes del Gobierno catalán servirían para incluir reivindicaciones concretas dentro de la Constitución, para que esta más tarde fuera avalada por todo los españoles y los ciudadanos de Catalunya, como figura en su plan de reforma constitucional. El objetivo también sería una reforma del Estatuto propio, que el PSOE se comprometería a negociar.

Conscientes de las críticas que supuso la propuesta de implementar el Estado federal "si hace falta, mínimamente", los socialistas han decidido esta vez concretar en plazo de calendario cuando tendría lugar la ponencia que precise los puntos a debatir, que sería en el plazo de dos meses después de la constitución del gobierno, con las siguientes condiciones: "La reforma tiene que incluir, al menos, el reconocimiento de nuevos derechos y libertades, la incorporación del derecho europeo, la garantía constitucional de los derechos sociales y la salvaguardia del Estado del Bienestar en el cumplimiento de las obligaciones de estabilidad presupuestaria".

Sobre la financiación, los socialistas arrancarían el proceso de reforma en dos meses, una vez formado el gobierno, y se empezaría a abordar al Consejo de Política Fiscal y Financiera en los siguientes términos: "Reforma del sistema de financiación autonómica para asegurar a las comunidades una financiación suficiente, segura y estable, solidaria y equitativa, que permita el ejercicio de su autonomía política y asegure un trato justo, de manera que los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de acceder a los mismos niveles de servicios públicos esenciales".