No es ni la primera ni la última vez que un político acaba haciendo lo que denuncia, pero en este caso, la hipocresía supera todos los límites. La diputada de Vox, Macarena Olona, es una de las caras más visibles del partido y se ha hecho muy popular por su tono desafiador tanto contra la prensa como contra el Gobierno y el independentismo. Convertida en una estrella del españolismo, el partido la ha designado como candidata a las elecciones de Andalucía y ya ha empezado a dar sus propios mítines desde la tribuna del Congreso de los Diputados. Olona se presentó a las elecciones generales por Granada, demarcación por la cual ahora optará a la presidencia de Andalucía. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que ella no nació en el sur, sino en Alicante, y hasta el 5 de noviembre no se empadronó en Salobreña, un municipio granadino. Esta casa es la de Manuel Martín Moreno, presidente del partido en la autonomía y concejal en el municipio, y Olona no consta ni como inquilina ni propietaria. Hace falta tener en cuenta que si bien a las elecciones generales no es necesario resida a la circunscripción por la cual los diputados se presentan, a las andaluzas es obligatorio que los que se presentan vivan a la comunidad. Y Olona, oficialmente, lo hace desde el pasado noviembre, cuando ya se rumoreaba un posible adelanto electoral y su nombre encabezaba todas las apuestas de los ultras. Y ¿qué decían, desde su propio partido, sobre este tipo de empadronamientos fraudulentos hace solamente tres meses? Desde Vox defendían con todas las armas que se tenían que investigar.

Vox se manifestaba en estos términos cuando reclamaba al Gobierno que hiciera una reforma legislativa para intentar cortar de cuajo los empadronamientos fraudulentos, en referencia a los que se producen en Ceuta y Melilla por parte de personas que viven en Marruecos. En un comunicado, el partido denunciaba que La Moncloa era "incapaz de reconocer que la normativa vigente está generando en Ceuta una situación insostenible". Era la diputada ultra de esta ciudad autónoma, Teresa López quien  se dirigía al Ejecutivo. Ahora, sin embargo, su compañera de partido probablemente habría cometido también un empadronamiento fraudulento para poder presentarse a las elecciones de Andalucía, pero no ha habido ningún miembro de Vox que haya levantado la voz para denunciarlo.

Una paracaidista

Hasta ahora, las únicas explicaciones que se han dado sobre este escándalo han sido por parte del alcalde Manuel Martín, que ha justificado que no haya firmado ningún contrato de alquiler ni ningún tipo de relación económica por su relación de amistad. Por eso mismo, ha reconocido que no puede decir que la candidata ultra viva de manera regular a su hogar, ya que sería mentira, y que solo va a la residencia "de vacaciones". Los diputados en el Congreso que se presentan por una provincia que no es la suya son conocidos como "cuneros" o paracaidista y este es el caso de Olona, aunque se haya esforzado al mostrarse como una mujer andaluza: paseándose por la Feria de Abril vestida de gitana y con una flor en la cabeza y yendo a ver los toros a La Maestranza, la plaza más importante de Sevilla, donde la ovacionaron. Y aunque eso está permitido al Congreso, no se puede hacer en Andalucía.