El Ministerio de Interior intentó usar una aplicación informática en el despliegue policial para el referéndum del 1 de octubre que resultó ser un auténtico desastre. Según ha informado El Periódico, la aplicación tenía que servir para volcar en ella toda la información referente a las actuaciones llevadas a cabo.

Así lo explica un informe remitido por el entonces major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que consta en el sumario de la causa del 1-O.

El software tenía que permitir “traspasar los datos relativos a actuaciones policiales e incidencias” para que tuvieran toda la información las cuatro “células de seguimiento” policial: los Mossos,la policía española, la Guardia Civil y la Secretaría de Estado de Seguridad.

Según relata Trapero, en los ensayos del programa ya se evidenciaron algunas “dificultades” que condicionaban su efectividad. “La más importante era que las incidencias se habían de enviar una a una, introduciendo cada vez el nombre del local de votación y su dirección, lo que hacía muy lenta la introducción y dificultaba el uso dado que se esperaba que aquel día se habría de informar de miles de incidencias”.

Además, los datos que iban volcando los Mossos no la recibían las células de seguimiento, sino que llegaba directamente a las dependencias de la Secretaría de Estado de Seguridad de Madrid sin pasar por las sedes territoriales. Sin embargo, aunque finalmente no sirviera de nada, los Mossos registraron unas 3.900 incidencias.