El conseller de Exteriores, Alfred Bosch, considera que la decisión del TSJC de desestimar cerrar las delegaciones de la Govern representa "un revés para las obsesiones de Josep Borrell que intenta impedir que la Generalitat haga su trabajo en el exterior".

Después de abordar la decisión del TSJC en una reunión con el president, Quim Torra, Bosch ha asegurado que el hecho de que la sala contenciosa del Tribunal haya desestimado la petición de medidas cautelares que ha reclamado el ministerio, entre las cuales, el cierre de las delegaciones del Govern en Berlín, Londres y Ginebra, demuestra que la acción impulsada por Borrell ha sido extemporánea y no obedecía a razones del procés legal sino a "motivaciones de tipo político" de actuar contra la acción exterior del gobierno de Catalunya.

"El gobierno español no ha cumplido con las debidas formas porque el tiempo que ha transcurrido, es el tiempo en que el ministerio que dirige Borrell ha estado reuniendo la información a través del seguimiento secreto de las personas implicadas", ha denunciado.

En opinión del conseller, el auto demuestra que ha habido afán de destruir la acción exterior del Govern, que es necesaria y legítima.