El caso de los niños catalanes expulsados de un tren de Renfe por su mal comportamiento ha llegado al Defensor del Pueblo. En total, la compañía obligó a 22 niños de la Llacuna (Anoia) a abandonar el tren que los transportaba de Barcelona hasta León, y les hizo bajar en Palencia. Desde allí, les proporcionaron un bus para llegar hasta León, donde iban de colonias, ya que según Renfe, hacían mucho ruido y molestaban al resto de viajeros. Ahora, Ángel Gabilondo ha abierto una investigación por su expulsión en lo que es una actuación de oficio que analizará el suceso. Gabilondo ha solicitado a la empresa pública Renfe información en torno al caso "por si pudieran suponer una violación de los derechos de los menores". Los alumnos fueron expulsados del convoy por un revisor que alegó mal comportamiento, en una medida que Renfe ha considerado "absolutamente excepcional". Las familias han anunciado que denunciarán la compañía y lamentan que solo se avisó una vez a los profesores de los niños, de entre 10 y 11 años, antes de echarlos.

Los niños viajaban en un tren de Larga Distancia desde la Estación de Sants hasta León, pero el revisor los obligó a abandonar el convoy a la estación de Palencia. Entonces, la compañía habilitó un autocar exclusivo por el grupo de la Escuela Vilademager que los llevó desde Palencia a León, acompañados todo el rato por personal de Renfe, Policía Nacional y el subdelegado del Gobierno a Palencia, según fuentes del operador ferroviario.

La justificación por parte de Renfe de la expulsión de los niños

Por su parte, Renfe también ha anunciado que investigará por qué el interventor de este tren tomó la decisión de expulsar a los 22 niños y los dos maestros catalanes. Según consta en la incidencia, la decisión de expulsarlos se tomó porque los niños "causaban molestias e incomodaban al resto de pasajeros" con lo que tildan de comportamiento incívico". Además, a diferencia de lo que han denunciado los padres, que lamentaban que solo se les había advertido una vez, desde Renfe dejan claro que hicieron "caso omiso a las reiteradas advertencias y avisos" del personal del tren, aparte que no llevaban mascarilla, que sigue siendo obligatoria al transporte público.

"Tenemos que tratar este tema con mucho cuidado. Hemos abierto una investigación para revisar los protocolos de actuación ante este tipo de situaciones", ha indicado Antonio Carmona, portavoz de Renfe en Catalunya, que también quiso reiterar, después de que se hiciera pública la denuncia de las familias esta misma semana, que los escolares en todo momento estuvieron acompañados a la estación de Palencia.