La defensa de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha pedido la recusación del magistrado Pablo Llarena por varias irregularidades en la causa que investiga el procés. Los letrados lo acusan de no ser ni objetivo ni imparcial y piensan que tiene algún interés personal en la causa, según adelanta RAC1.

Los abogados recuerdan que eso iría en contra de la Carta Europea de Derechos Humanos y de la Constitución, que garantiza el derecho a un proceso judicial con todas las garantías y que el juez sea totalmente independiente.

Para la defensa son especialmente graves varias afirmaciones hechas por Llarena los últimos meses durante las vistas. 

Los abogados de la expresidenta indican que hay criterios políticos en la estrategia procesal. La defensa recopila varias valoraciones políticas de Llarena que no casan con un proceso judicial regular.

 

Es el caso del auto del 21 de marzo en que cita Forcadell y se refiere al final del procés soberanista al otoño cómo "termina el relato de la estrategia que sufrimos". En primera persona. Y en la resolución que hace 2 días después para acordar la prisión provisional de Forcadell y los consellers Rull, Turull, Bassa y Romeva, describe su decisión como "la medida cautelar que garantiza el acertado retorno en el autogobierno".

La gestión de las euroórdenes

Además, la defensa adjunta la gestión de las euroórdenes, el hecho de que se retiraran y el cambio de los delitos que se imputan al gobierno Puigdemont. Exponen que se ha dado demasiado margen a VOX, que hace de acusación. Además, apuntan que Llarena ha fragmentado la causa sabiendo que eso dificulta la defensa de los acusados. Por todo ello, el equipo de Forcadell cree que hay bastantes motivos como para justificar una recusación.