A menos de una semana para el inicio de la campaña del 21-D, este miércoles ya ha tenido lugar el primer debate electoral. El lugar ya se ha convertido en una tradición: la Universitat Pompeu Fabra, organizado por la plataforma deba-t.org. No han ido las primeras espadas, pero sí las segundas. Ante un auditorio lleno hasta los topes de jóvenes inquietos, los representantes de los principales siete partidos han marcado el paso de lo que será las dos semanas que llegan: la crispación que genera el 155, el mecanismo que ha convocado de forma excepcional los comicios.
La tensión ha sido tan alta que, en varias ocasiones, los moderadores y presentadores han tenido que interrumpir el debate y pedir calma. El momento más visible ha sido cuando el exdirector de RAC1 y candidato por Junts per Catalunya, Eduard Pujol, ha acusado a Ciudadanos de "neofranquistas". El diputado de Cs Carlos Carrizosa ha amagado con plegar si los organizadores, que no le permitían derecho a réplica inmediato, lo toleraban. Pujol se ha ratificado: "¿Alguien tiene otro término para esta realidad tozuda que atenta contra la democracia, nuestra dignidad y juega con un valor trascendental como la escuela?".
Más adelante, cuando ha podido replicar, Carrizosa ha rebatido que "lo que hace compatible un gobierno para todos es que no se insulte a la oposición y no se les tilde de neofranquistas y traidores". Ha denunciado un "nacionalismo excluyente e incluso antieuropeísta", que ha comparado con el lepenismo, y ha asegurado que el 155 sólo se ha utilizado para convocar elecciones "para cambiar un gobierno que no ha respetado la Constitución y el Estatut". Sobre la operación policial del 1-O, por la cual su partido ha pedido condecorar a la Guardia Civil y la Policía Nacional, ha defendido que actuaron con "profesionalidad" a pesar de "la operación desastrosa de un ministro".
La representante del PP, Esperanza García, ha aprovechado el pique entre Carrizosa y Pujol para advertir sobre las consecuencias "cuando se deja la democracia en manos de extremistas". En este sentido, la hasta ahora diputada popular ha señalado que las elecciones del 21-D son "la oportunidad para poner fin a esto". Ha quitado hierro a la suspensión del autogobierno con el 155: "Al final se ha demostrado que no ha pasado absolutamente nada. Incluso ha vuelto una cierta calma y una convivencia pacífica en las calles". Según Garcia, el PP siempre ha querido hablar, y estaba dispuesto a hablar sobre 45 de las 46 propuestas que hizo Artur Mas. Excepto la del referéndum.
El representante de ERC y hasta ahora portavoz adjunto de JxSí, Roger Torrent, le ha recordado que aquel punto sobre el que no se podía hablar era el que "agrupa al 80%" de la población. Ha defendido el trabajo hecho y ha apostado por implementar la declaración de independencia: "Lo que hemos conseguido es cumplir con el mandato democrático del 27-S, que se concretó el 1-O en medio de una lluvia de porras. La República está proclamada y en la próxima legislatura debemos construirla". También ha denunciado "nacionalismo excluyente", pero en el unionismo: "¿No es nacionalismo excluyente supeditar todos los derechos al artículo 2 de la Constitución, a la sagrada unidad del Estado?".
Eduard Pujol ha retado al Estado español y los partidos que aprobaron el 155 a acatar las urnas del 21-D: "Ahora no hay democracia en sentido pleno, pero tenemos unas elecciones que, aquellos que defienden la legalidad y la norma, que las han impuesto, tienen que aceptar el resultado de las urnas". También ha defendido que "no hay prosperidad con las herramientas actuales", hecho que ha generado una réplica de Carrizosa: "Hablan de prosperidad, pero el primer mandamiento es no robarás, como hacía CiU. Y la segunda condición básica es la seguridad jurídica".
La cabeza de lista de la CUP por Girona, Natàlia Sànchez, ha asegurado que lo que quería el Estado con el 155 era "liquidar el autogobierno", y que es por eso que "valdrá la pena llevar a término la materialización de esta República" después del 21-D. Le ha reprochado a Esperanza Garcia que hable de democracia "cuando está gobernando en un territorio donde nunca han conseguido ninguna mayoría política con votos". Ha sido la única candidata que ha reivindicado abiertamente la unilateralidad. También se ha dirigido a los socialistas: "No pueden ir por la mañana a la Junta Electoral y por la tarde que salga el señor Ros lamentándose por Sixena. Si quieren apoyar al 155, háganlo sin la careta".
La representante socialista, Eva Granados, ha responsabilizado a los independentistas de la aplicación de este artículo. "Quien atentó contra el autogobierno no fueron los socialistas, sino los grupos independentistas, que decidieron triturar el Estatut", se ha defendido la portavoz de la campaña del PSC. "No podemos reconciliarnos si no respetamos las normas que nos hemos dado entre todos", ha añadido. Granados ha criticado que "se han pasado dos años engañándose entre ustedes, engañando a los independentistas y engañando al conjunto de la ciudadanía".
Ante las preguntas sobre con quien pactaría un referéndum, la número dos de los comuns, Elisenda Alamany, ha replicado a Roger Torrent: "¿Y con quién pactarás la independencia, Roger?". La portavoz de Catalunya en Comú, que se ha reivindicado como independentista, ha asegurado que no todos los independentistas estaban de acuerdo con la unilateralidad. Pero también ha negado que el 155 haya servido sólo para convocar elecciones: "Es rotundamente falso. El 155 es una manera de gobernar, una manera de ir contra la escuela catalana". Ha pedido volver a los grandes consensos y a las alianzas por todo el Estado. Ha defendido un Govern con muchas sensibilidads, que vaya más allá de los bloques.
Otro tema que se ha puesto encima de la mesa ha sido el de la Unión Europea, después de las polémicas palabras del president Carles Puigdemont. Tanto Eduard Pujol como Roger Torrent han defendido la permanencia: "Europa como sentimiento no está en juego; lo que está en juego es una Europa que avala políticas insensibles e insolidarias con los refugiados", ha dicho Pujol. "Hay una República Catalana y la construiremos en el marco de la Unión Europea", ha sostenido Torrent, que ha afirmado que los reconocimientos internacionales vendrán después del 21-D, con la "ratificación" del 1-O.
Sobre la confección del Govern, sin embargo, sí que han discrepado. Mientras el representante de Junts per Catalunya ha defendido la necesidad de restituir el Govern de Carles Puigdemont antes de ser encarcelado y exiliado, el representante republicano ha admitido que "desgraciadamente, dadas las circunstancias, será difícil que puedan ejercer las funciones ejecutivas que necesita un Govern de la Generalitat".
Las dos horas de debate también han dejado alguna anécdota divertida, que ha ayudado a liberar tensiones, como cuando le tocaba hablar a Elisenda Alamany, pero la moderadora se ha dirigido a Eduard Pujol. La número dos de los comuns se lo ha tomado con ironía: "Nos parecemos. Tenemos Catalunya en el nombre y nuestros carteles se parecen".