El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, se ha mostrado hoy partidario de fomentar la inclusión, aceptar a quien piensa diferente, cumplir las reglas y reafirmar los valores de la democracia y del estado de derecho como instrumentos para frenar el auge de los nacionalismos en Europa.

Dastis participa hoy en la Cumbre de Líderes de la Unión Demócrata Internacional (IDU), que se celebra hasta mañana en Salamanca y que el miércoles clausurará en Madrid la secretaria general del PP y ministra de Defensa, María Dolores Cospedal, con la asistencia de dirigentes de partidos de centro derecha de más de 36 países.

En declaraciones a los periodistas, el ministro de Asuntos Exteriores se ha referido a los "dos instrumentos fundamentales" que, según su opinión, existen para frenar el auge de los nacionalismos en Europa. Así, ha aludido a la necesidad de reafirmar "los valores de democracia y Estado de Derecho con la separación de poderes y los derechos fundamentales de los individuos".

No fomentar la exclusión

También ha puesto énfasis en la protección de las minorías, a ser inclusivos, a no fomentar la fragmentación o la exclusión, en la necesidad de "aceptar a quien no piensa como uno" y a "cumplir las reglas" porque sin ellas y "sin orden jurídico que todo el mundo tenga que respetar no hay libertad". El ministro se ha mostrado "optimista" a pesar de las amenazas y desafíos a los cuales está sujeto "el orden liberal internacional".

"Hay problemas globales a los cuales tenemos que hacer frente", ha sostenido Dastis, convencido de que entre los más importantes figuran "el cambio climático, la tensión en el ciberespacio o el terrorismo". No obstante, ha considerado que siguiendo "juntos y trabajando de manera colectiva" como hacen los países en organizaciones internacionales como la Unión Europea o Naciones Unidas, conseguirán "salir adelante y defender un orden internacional" basado en sus "principios y valores" tradicionales, ha concluido.

De su lado, el presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha hecho referencia en su discurso inaugural de la Cumbre de Líderes de la IDU a la crisis territorial como "el desafío mayor que ha tenido la democracia española, junto con el intento fallido de Golpe de Estado de febrero de 1981".