La han firmado, pero en el fondo discrepan porque la consideran insuficiente. Horas después de haber entrado al registro una propuesta de resolución para responder a la sentencia conjuntamente con JxCat y ERC, la CUP ha anunciado públicamente que esta iniciativa no es suficiente. "No concreta cómo lo volveremos a hacer y qué haremos mejor", lamentan.

"Sólo hemos dado apoyo por solidaridad anti-represiva", ha explicado la diputada Natàlia Sànchez. En este sentido, ha advertido al resto de partidos independentistas que el documento consensuado hoy "llega tarde y es de mínimos". Y van más allá con un toque de atención en JxCat y ERC: "no queremos que este texto conjunto sirva para lavar la cara al Gobierno que es corresponsable de la represión". Eso sí, agradecen que el president y la Mesa del Parlament que asuman los riesgos de tramitarla.

 

Según los anticapitalistas, la propuesta se tendría que haber terminado la semana pasada, cuando se conoció la sentencia y ahora no ven sentido a tener que iniciar un trámite de urgencia, "el tren ya ha pasado y era la semana pasada". En aquel momento el acuerdo saltó por los aires porque el resto de partidos no veían claro incorporar el concepto de autodeterminación teniendo en cuenta las advertencias del Tribunal Constitucional. Finalmente han acabado cambiando de opinión.

Con todo, en opinión de la CUP el documento pactado se deja muchos puntos por resolver. Por ejemplo, como dejar de depender de "el Ibex 35 o cómo interpelar los sectores más allá del independentismo". Por todo ello, lo rematan afirmando que "el Govern y la CUP no están en sintonía con respecto a la respuesta que se tendría que estar dando".

Ni Buch, ni elecciones

En cualquier caso, sí que adelantan que no son partidarios de convocar elecciones porque creen que "serían una salida para hacia adelante para los sectores que quieren recuperar la orden y el estatus quo y una estrategia de desmovilización".

Los cupaires han vuelto a insistir en que "Miquel Buch -el conseller de Interior- tiene que dimitir y si no, le tienen que cesar". La gestión de los incidentes vividos los últimos días en las calles de Barcelona y a otras ciudades catalanas es uno de los principales puntos de discordia con el gobierno Torra-Aragonès, al quien acusan de ser "corresponsable de la represión policial".