De la investidura, a la CUP no le interesa tanto el quién ni el cómo, sino el qué. "No seremos un freno a un gobierno republicano, pero constatamos que no tenemos constancia de que el Govern que se propone tenga intención de materializar la República", ha lamentado su diputada Natàlia Sánchez este martes por la tarde. Es por eso que han reclamado "claridad" a la mayoría independentista sobre qué quiere hacer Carles Puigdemont cuando sea investido.

En este sentido, ha puesto algunos ejemplos "de mínimos" como "avanzar en las remunicipalizaciones" o desplegar los llamados "decretos de la dignidad". Lo consideran "pilares básicos del despliegue republicano de mínimos". Se trata, en palabras de Sánchez, de "reanudar la tarea que fue desatendida el 28 de octubre", tras la proclamación de independencia.

"Necesitamos luz para conocer el programa de gobierno, cuáles son las medidas concretas que se aplicarán", ha advertido Natàlia Sànchez, que ha recordado que este fin de semana se reúne el Consejo Político de la CUP para tomar una decisión. En este momento, ha indicado, todos las posibilidades están abiertas. "La poca claridad que tenemos no ayuda a establecer una relación de confianza", ha lamentado.

La diputada cupera ha explicado que han mantenido encuentros bilaterales con Junts per Catalunya y con Esquerra Republicana, pero que no ha pasado de un "intercambio escueto" de algunas propuestas, que "no se ha llegado a la concreción que hace falta". Por eso ha exigido un debate que sea "transparente y público".

Desde la CUP valoran positivamente tanto la propuesta de Puigdemont para la investidura como la visita de Roger Torrent a Bruselas y a los diputados encarcelados. También han expresado "respeto" por la estrategia de investidura que utilicen para hacer frente a una "situación anómala" en "circunstancias represivas obvias".

Ha instado a los partidos independentistas a no permitir ninguna "injerencia" del Estado español en el Parlament y en los derechos de los diputados electos.