La CUP no asistirá a la mesa de diálogo de Quim Torra con todos los grupos parlamentarios. Así lo ha anunciado la diputada anticapitalista Natàlia Sànchez este miércoles al mediodía, después de la comparecencia extraordinaria del president de la Generalitat ante el pleno del Parlament. Después de dos peticiones de la misma cámara, el jefe del ejecutivo convocó la cumbre para el próximo 16 de noviembre.

"No nos sentaremos en una mesa a cerrar por arriba de lo que se ha abierto por debajo", ha justificado Natàlia Sànchez durante su breve réplica. La plantación de los cuperos se suma a las anteriores, como el Consell per la República o el Fòrum Cívic, Social i Constituent, organismos de los cuales se han desmarcado durante las últimas semanas. En su último consejo político, la CUP también rechazó negociar presupuestos de la Generalitat, dejando al Govern en minoría parlamentaria.

Quien tampoco asistirá a la cumbre es Ciudadanos, como ha reiterado Inés Arrimadas este miércoles. La dirigente unionista ha instado al president Torra a mantener un debate en el Parlament y "no "esconderse", en vez de hacer una mesa de diálogo.

Esta ha sido una de las principales demandas del PSC y los comunes durante la actual legislatura. El pasado 5 de julio, con el apoyo de los partidos independentistas, el Parlament instó al Govern a convocar esta mesa de diálogo. El 11 de octubre se aprobó otro texto que estable un plazo de 30 días para su constitución. Hace dos semanas, durante la sesión de control, el president Torra recogió el testigo y convocó la cumbre para el 16 de noviembre.