Un año después, la CUP ha vuelto a la calle, delante su sede, que fue asediada durante siete horas el 20 de septiembre del 2017. Y lo ha hecho para denunciar que siguen siendo espiados por la policía española. "Un año después, seguimos teniendo vigilancias", ha dicho la portavoz del Secretariado Nacional, Mireia Boya, que ha detallado tener constancia de policías de paisano que toman notas, hacen fotografías y controlan quién entra y sale de la sede. Desconocen si también hay escuchas telefónicas.

"Empezó mucho antes del 20 de septiembre y lo más preocupante es que continúa ahora", ha lamentado Mireia Boya, que ha explicado que lo ha puesto en conocimiento del Departamento de Interior de la Generalitat. "Es un abuso de autoridad. Incluso no respetan sus propias normas democráticas", ha constado. Hasta el momento, no han recibido ninguna respuesta.

La denuncia llega después de que este miércoles se hiciera público el informe policial sobre el acoso policial a la sede de la CUP, que reveló que habían sido espiados durante la víspera del 20 de septiembre.

Por otra parte, la entonces portavoz del Secretariado Nacional, Núria Gibert, ha lamentado que la denuncia interpuesta por la CUP por el intento de registro sin orden judicial ha sido archivada. Ha admitido tener "pocas esperanzas" en el recurso de apelación presentado delante el Audiencia provincial.

El chat de los jueces

Sobre los mensajes anti-independentistas en el chat interno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Mireia Boya ha valorado como "muy grave" que exista una lista de distribución profesional con este tipo de mensajes. "Dice mucho de la ética profesional de algunos jueces y demuestra el nivel de odio que pueden llegar a tener hacia la disidencia política", ha asegurado.

En este sentido, ha advertido al president Quim Torra que "cambiar a Carlos Lesmes no soluciona el problema", porque se trata de un "problema estructural" del sistema judicial del Estado español.

"Están flipando si piensan que entrarán"

"Hoy hace uno años fuimos asediados de una forma inédita, ignominiosa y brutal", ha denunciado Núria Gibert, que ha advertido que el 20-S no tiene que ser ni una "conmemoración" ni una "efeméride". "Queremos que sea un día de reivindicación", ha afirmado la representante anticapitalista.

Aquel día "pasamos del 'qué quiere esta gente' al 'esta gente está flipando si piensan que entrarán', ha defendido Gibert. "No pasaron por encima de nuestros cuerpos y no pasarán por encima de nuestras conciencias", ha concluido.

La rueda de prensa ha sido el punto de inicio de una jornada de puertas abiertas de la sede de la CUP, donde también habrá un vermú vecinal y se proyectará el documental sobre el 20-S.