La implosión del independentismo es, a estas alturas, una evidencia irrefutable. Se ha puesto de manifiesto en la coalición entre ERC y Junts per Catalunya en el Palau de la Generalitat, pero también más allá. Lo pone de manifiesto la petición de una cuestión de confianza por parte de la CUP, que se votará este jueves en el Parlament. No prosperará, pero los anticapitalistas no han dejado de recordar que su alianza con el Govern está "rota", pero también otras, como podrían ser los comunes. Es por todo eso que la diputada Laia Estrada ha rechazado la etiqueta que les cuelgan de "socios preferentes" y ha interpelado a los dos socios a aclarar si el PSC es su "socio efectivo". Ha calificado todo de "traición al mandato del 14-F".

Desde la CUP ya llegaron hace un año al diagnóstico de que el acuerdo de investidura que habían firmado era "papel mojado". Y, según Laia Estrada, ahora han afianzado esta sensación: "Por si alguien tenía ninguna duda, en el debate de política general votaron en contra de todas las propuestas de resolución que presentamos. La alianza con nuestra formación está rota". Dicho esto, la diputada ha recordado cómo los comunes también han congelado las negociaciones y como Junts per Catalunya somete la salida del ejecutivo a consulta de la militancia. En cambio, ha contrapuesto, el PSC "ha sido el verdadero socio, el apoyo para tirar adelante durante un año". Y ha insistido: "Se nos llama los socios preferentes, pero no estamos aprobando nada, mientras los socios efectivos (el PSC) están en la informalidad".

En este contexto sitúan los anticapitalistas la petición de una moción de confianza en el Parlament de Catalunya, para poder aclarar con qué apoyos y alianzas cuentan". Los de los anticapitalistas es evidente que no: denuncian que es un Govern que aplica "las políticas de la agenda del reencuentro (de Pedro Sánchez) y de Foment". Para rehacer los puentes hará falta un viraje: "Aquí hay una alternativa para aplicar políticas en defensa el derecho a la vivienda, para poner los sectores estratégicos bajo control público o para avanzar en el proceso de independencia con confrontación. Es lo contrario de lo que se ha hecho hasta ahora. Si quieren dar un giro de 180 grados, ya saben dónde estamos. Mientras tanto, hace falta que expliquen cuál es su verdadero programa y qué alianzas tienen".

La petición de una cuestión de confianza está recogida en una moción de la CUP que se debatirá y votará este jueves en el Parlament de Catalunya. Pero no prosperará, después de que Junts per Catalunya, en plena consulta interna por la continuidad en el Govern de la Generalitat, haya adelantado que no dará apoyo al texto.