El diputado de la CUP Carles Riera ha afirmado que el gobierno español "va al diálogo con la pistola sobre la mesa" en referencia a "la amenaza de la represión". "Cuando hay una verdadera resolución de un conflicto, las pistolas y las amenazas del abuso de la violencia se retiran", ha añadido Riera en una entrevista en Radio 4 para después concluir que ahora no hay un escenario de resolución porque continúa la "represión y la violencia". En este sentido, ha dicho que el estado español continúa "con todos los dispositivos del ejercicio de su violencia sobre la mesa" y que eso condiciona la reunión de hoy entre el presidente español, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Quim Torra.

La CUP no espera nada del encuentro entre presidentes ni de la mesa de diálogo entre gobiernos, ya que considera que negar la negociación sobre autodeterminación y amnistía supone "cerrar la puerta a la resolución del conflicto". Y es que, según Riera, la situación actual es "de callejón sin salida y bloqueo".

Con respecto a los pactos postelectorales, Riera ha avisado de que es "muy difícil con las condiciones actuales" que la CUP vuelva a facilitar un gobierno JxCat-ERC como lo hizo absteniéndose a la investidura de Torra. Aun así, ha manifestado que están dispuestos a asumir "todas las responsabilidades" si es para aplicar un programa basado en el ejercicio "real" de la autodeterminación.

Riera se ha mostrado crítico con la táctica de ERC que, según ha dicho, está basada endesescalar el conflicto, renunciar a la desobediencia, desmovilizar la calle y poner todas las esperanzas en el diálogo con el Estado. Pero también ha apuntado que la estrategia de JxCat tiene mucho simbolismo, pero que en la práctica política no es demasiado diferente a la de ERC. Según Riera, Torra tendría que votar como diputado y generar conflicto, ya que dijo que no renunciaría a su escaño.

Autocrítica sobre el caso de Boya

Riera ha admitido que la CUP tiene que hacer autocrítica sobre el caso de la exdiputada Mireia Boya porque "las cosas no se hicieron lo bastante bien" y se aplicó "tarde" el protocolo. Boya denunció acoso psicológico por parte de un compañero de la CUP. "La constatación y el reconocimiento del problema llegó tarde y, por lo tanto, las medidas se aplicaron con contundencia, pero tarde", ha añadido. En este sentido, ha concluido que "probablemente no se actuó a tiempo ni con todo el celo que hubiera hecho falta".