Cautela y a la espera. Esta es la actitud que ha mostrado la CUP ante la remodelación que el president de la Generalitat, Quim Torra, ha impulsado este jueves en el Govern de la Generalitat.

Sin embargo, el portavoz anticapitalista en el Parlament, Carles Riera, sí que ha criticado los motivos del cese del conseller de Interior, Miquel Buch. "Hace mucho tiempo que el conseller Buch tendría que haber sido cesado, y no por un cambio de cromos partidistas, sino por las políticas represivas contra el independentismo", ha asegurado en una rueda de prensa desde la cámara catalana.

Con respecto al cambio a las conselleries de Empresa y Cultura, donde Ramon Tremosa sustituirá a Àngels Chacón, y Àngels Ponsa hará lo mismo con Mariàngela Vilallonga, Riera se ha querido mostrado prudente. "Esta remodelación puede estar motivada por la reconstrucción del espacio de JxCat, por una estrategia de cara a la inhabilitación del president Torra o por cambios en las políticas gubernamentales", ha explicado.

En este sentido, el dirigente cupaire ha reconocido no saber nada más de lo que dice la prensa y ha informado de que han solicitado una reunión con Torra para evaluarlo "con rigor". "Nuestra valoración depende de cuál sea el motivo que tenga más peso", ha añadido respecto de las tres hipótesis planteadas.

De todos modos, Riera sí que ha calificado al Govern de "agotado" y ha avanzado que no cree que "estos cambios en las conselleries" lo resuelvan. "Es un Govern agotado por su incompetencia en sus objetivos nacionales y sociales", ha reflexionado.

Ultimátum a Bargalló

Riera también ha reivindicado que "el Govern tendría que estar centralizado en la gestión educativa", sobre la cual se ha mostrado muy crítico con la gestión del conseller de Educación, Josep Bargalló. "Nunca hemos pedido la destitución del conseller Bargalló, entendiendo la complejidad de la situación. Pero si no hay un giro radical en las políticas educativas, nos plantearemos pedirla", ha lanzado.

En este sentido, el parlamentario cupaire ha acusado la gestión Bargalló y el Departamento que dirige de "absoluto despotismo" por la "falta de diálogo y consenso con la comunidad educativa". "Si no existe este consenso, el inicio de curso seguro que será un fracaso", ha advertido. Precisamente, estas palabras han llegado poco minutos después de que Bargalló compareciera con Vergés y El Homrani para explicar la apertura de las escuelas.

Propuestas

Riera ha insistido en que la Generalitat tiene que garantizar "un derecho a la educación que no se ha dado durante el confinamiento". "La presencialidad tiene que ser compatible con la calidad del educación y la no segregación de centros y alumnos. La inversión tiene que ser mucho mayor que la que ahora consta en el presupuesto de la Generalitat", ha explicado añadiendo que todavía están a la espera de los cambios en las cuentas.

También ha reiterado que la disminución de ratios es clave para el éxito del curso, poniendo sobre la mesa que no puede ser superior a los 20 alumnos en el caso de la primaria y la secundaria, y tiene que ser inferior a 10 en el caso de la educación infantil. "Esto quiere decir más recursos y contratación de personal a partir del 1 de septiembre", ha añadido, denunciando que la Conselleria no está trabajando para disminuir las ratios por debajo de 25.

Con respecto a la polémica sobre la situación laborales en qué quedan los padres con hijos aislados por contacto​ con un positivo de Covid-19, Riera ha pedido a la Generalitat que "asuma la responsabilidad". "Por ahora sólo conocemos las demandas de la Generalitat y la contradicciones del Gobierno", ha lamentado.