Ni fetichismos, ni folclore. La CUP ha organizado esta tarde una comparecencia ante uno de los puntos de votación del 1-O, el Fort Pienc de Barcelona, para invitar a la ciudadanía a huir de los simbolismos y arremangarse para recuperar el espíritu de autoorganización popular que hizo posible que aquel día hubiera urnas en los colegios. Bajo su punto de vista, "la clave de la victoria".

Después de participar en el acto conjunto de esta mañana en el cual partidos y entidades soberanistas han llamado a la lucha no violenta, la CUP ha convocado a los medios para ir un paso más allá y emplazar a la ciudadanía a que "esté a punto" para reeditar "la gran red" que materializó el referéndum de hace dos años. Acompañada de varios miembros de la dirección del partido, la diputada Natàlia Sànchez ha pedido "consolidar los aprendizajes" del 1-O a través de la convocatoria "de asambleas populares en todos los barrios de todos los pueblos y ciudades".

El objetivo es activarse para poder reaccionar con condiciones a una sentencia "sobre la cual no se controlan los tempos". Los anticapitalistas defienden que estos espacios "de debate y acción política" tienen que incluir también no independentistas, "recuperando el espíritu del 3-O".

Asimismo, los cupaires advierten al Govern de JxCat y ERC de que junto a la civil, la desobediencia institucional será imprescindible y que "sin desobediencia no habrá independencia".