Los cuatro diputados de la CUP han hecho acto de presencia en el hemiciclo del Parlament de Catalunya a las tres de la tarde, aunque el pleno de investidura ha quedado aplazado. En un acto breve, los cuatro diputados se han dirigido a sus escaños, donde se han sentado durante unos momentos en señal de protesta por la no celebración del pleno. En sus asientos han enganchado unos carteles con un puño alzado. Al acabar el gesto simbólico, han salido a la calle, con las manifestaciones organizadas por las entidades soberanistas y los Comités de Defensa de la República (CDR).

Por su parte, los diputados de Junts per Catalunya, que a aquella hora estaban reunidos, también tenían previsto ocupar sus escaños a las tres de la tarde. Algunos parlamentarios han decidido acercarse hasta el hemiciclo, que ya estaba vacío, sin los anticapitalistas. Han vuelto a la reunión, y allí han decidido que también saldrían a la calle, con la sociedad civil.

En su comparecencia ante la prensa este martes al mediodía en el Parlament, el diputado cupaire Carles Riera ha cargado con dureza contra la decisión del presidente de la cámara, Roger Torrent, que consideran que ha tomado de forma "unilateral", sin consultar a nadie. Se han plantado en su escaño, como han anunciado antes, porque entienden que el debate de investidura y el candidato a la presidencia de la Generalitat no los puede decidir el Tribunal Constitucional.