La delegada del gobierno español en Catalunya, Teresa Cunillera, ha quitado hierro a los constantes ataques fascistas que se están produciendo a Catalunya contra independentistas o contra símbolos relacionados con el procés y los presos políticos. "Algún día la sociedad tendrá un problema de fascismo y no lo reconocerá si a cualquier cosa pequeña ya la llamamos fascismo", ha dicho la delegada en una entrevista a RAC1.

Los últimos ataques fascistas se han producido esta semana: el primero fue en Manresa, donde siete personas fueron agredidas y heridas mientras colgaban una estelada en la plaza del Onze de Setembre de Manresa, y el otro fue en Verges donde un grupo de una decena de ultras retiró esteladas y, según testigos, algunos miembros iban armados con "cuchillos de palmo y medio".

Comisión bilateral

Durante la entrevista, la delegada española ha hablado sobre la comisión bilateral Estado-Generalitat celebrada este miércoles en Barcelona, de la cual ha asegurado que "nada hace pensar que durante el encuentro fueran mal las cosas".

Estas declaraciones de Cunillera han surgido después de unas palabras del conseller Ernest Maragall describint la comisión como "un punto patético y absurdo". Según el conseller, los planteamientos propuestos durante la cumbre por la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, le recordaron a los años previos a la elaboración del Estatut.

En la misma línea, Teresa Cunillera pide al titular de Exteriores que no piense que el goven español tendrá que pactar un referéndum.

Un proyecto para Catalunya

Teresa Cunillera ha asegurado que el ejecutivo de Pedro Sánchez tiene "un proyecto para Catalunya", "Cómo no tenemos que tener un proyecto para Catalunya cuando esta forma parte de España?", subrayaba la delegada. Sin embargo, Cunillera ha pedido colaboración para "encontrar un ámbito de respeto".

Finalmente, la delegada ha mencionado los presos políticos y exiliados indicando: "Se tiene que tener respeto por el dolor, pero por el dolor de todo el mundo. Tengo que pensar en el padecimiento de las familias de los presos, pero tengo que pensar en el de todo el mundo también".