Un cuñado de Santos Cerdán, Antonio Muñoz Cano, también habría estado en nómina de la constructora Servinabar 2000 SL, la adjudicataria de contratos de obra pública del Gobierno de Navarra que investiga el Tribunal Supremo por las supuestas comisiones irregulares que habría recibido de ella el exnúmero tres del PSOE. El familiar de Cerdán habría trabajado para dicha empresa entre 2019 y 2022 y habría recibido en ese tiempo una retribución total de 61.669 euros brutos en concepto de salarios, según publica este jueves El Confidencial.

De acuerdo con el mencionado diario madrileño, que cita los documentos que la Hacienda Foral de la Comunidad de Navarra entregó al juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, el cuñado de Cerdán —uno de los tres hermanos de su mujer, Francisca Muñoz— entró en 2019 a trabajar para Servinabar, recibiendo un único pago de 3.363 euros. Después, en 2020 cobró otros 16.255 euros de la constructora. En 2021, 21.233 euros. Y, finalmente, en 2022, recibió otros 20.818 euros. Según explica la defensa de Cerdán, su cuñado es albañil de profesión y en esos años trabajó en una obra de Servinabar.

También su hermana

Esta nueva información relativa al cuñado de Cerdán surge tras conocerse este martes que la hermana del exnúmero tres del PSOE, María Belén Cerdán, recibió 22.200,84 euros de Servinabar. Así consta en la documentación de la Hacienda Foral de Navarra que está en manos del magistrado Leopoldo Puente, quien había pedido toda la información tributaria de Santos Cerdán, de la constructora y de Joseba Antxón Alonso, administrador de la compañía. Fuentes de la defensa de Santos Cerdán han detallado a Europa Press que su hermana trabajó del 1 de enero al 30 de junio de 2020 como administrativa de Servinabar cobrando 2.000 euros netos. Luego pasó a trabajar en la asesoría que llevaba las cuentas de la empresa, cobrando la misma cantidad y con las mismas funciones.

Cerdán, vinculado a Servinabar

La Guardia Civil encontró en un registro un contrato privado de compraventa hallado donde consta que la mano derecha de Pedro Sánchez en el PSOE adquirió por 6.000 euros 1.350 participaciones (45%) de Servinabar, la empresa que se hizo con obras del gobierno navarro por más de 75 millones de euros. En su comparecencia en el Supremo, Alonso desvinculó a Cerdán de ese contrato, explicando que el mismo fue una especie de borrador que se elaboró en 2015, cuando Cerdán se planteó dejar la política por los malos resultados cosechados por el PSOE en Navarra. Los dos hicieron ese documento fijando las que serían las condiciones, pero ese papel nunca llegó a tener validez porque el socialista decidió continuar en política, según defendió. La Fiscalía Anticorrupción describe la empresa como "una sociedad creada 'ad hoc' para lucrarse" con la obra de Mina Muga y "otras venideras" en Unión Temporal de Empresas (UTE) con Acciona.