"Que cada uno haga el trabajo que le corresponde, y no diremos cuál es la mejor fórmula, pero lo que es una evidencia es que hacen falta nuevos liderazgos. No se puede gobernar un país desde la prisión o el exilio, o no solamente", ha expuesto el presidente de Òmnium, a Jordi Cuixart, en Els matins de Catalunya Ràdio.

Cuixart ha concretado que "soy optimista a medio plazo, hace falta reorganizar los diferentes espacios del soberanismo y crear nuevos espacios de complicidad social y cómo no, hacen falta nuevos liderazgos y que obviamente convivan con el existentes, es prioritario".

Sobre el juicio, el líder de Òmnium ha destacado que "en estos 15 meses he tenido tiempo para aprender a perder el miedo. Las últimas semanas se ha instalado en el colectivo de los presos políticos un clima de determinación y coraje que augura un juicio lleno de dignidad". "Me siento muy sereno y tranquilo" y ha añadido que "todo el equipo jurídico de Òmnium ha realizado un trabajo brutal, pero es que la entidad está en un momento de madurez que me inspira mucha confianza. También el apoyo que hemos recibido de la gente durante estos seis meses en Catalunya nos será de gran estímulo".

"Solo podemos ir para acusar al Estado"

"La perversión de este juicio es que solo podemos ir para acusar al Estado porque no nos podemos ni declarar inocentes, porque eso significaría que admitimos que hay causa delictiva y que alguien más ha cometido un delito y eso es totalmente falso", ha subrayado. "Todo eso es una farsa para defender la unidad de España y criminalizar el independentismo", ha remarcado. "Las defensas están bien coordinadas y estoy seguro de que todos defenderán la legitimidad del referéndum y de las movilizaciones porque son el ejercicio de derechos humanos. La jurisprudencia del tribunal Supremo avala que la utilización de la desobediencia civil como instrumento para preservar derechos fundamentales, no solo es legítima sino que es una muestra del buen estado de salud de un sistema democrático".

"Desde Òmnium hemos mantenido un espacio de coordinación permanente, con reuniones periódicas e intercambio de información constante. Nos habría gustado poder llegar más lejos pero las circunstancias no lo han permitido. Aun así no queremos dedicar ni un segundo a hacer reproches a nadie, entendemos que la situación es muy compleja y que uno de los objetivos de la represión es generar división entre los acusados, pero todavía tenemos margen de mejora todos juntos", ha querido dejar claro Cuixart.

Ningún pacto con la fiscalía

El presidente de Òmnium descarta pero cualquier pacto con la fiscalía. "No, no puedo, sería como condenar a las próximas generaciones de ciudadanos de este país y traicionar la memoria de todos los que nos han precedido en la lucha y en circunstancias mucho más adversas que las nuestras. Absolución o asumiremos con toda la dignidad la pena que nos caiga", ha expuesto.

Preguntado por qué pide a los partidos independentistas, Cuixart ha afirmado: "No es Jordi Cuixart, es Òmnium, y les pedimos coherencia". "Al mismo tiempo que hay que ser más también hay que estar más determinados. Entendemos la complejidad del momento y por eso somos empáticos con la situación actual, pero también les pedimos que actúen con responsabilidad y que hablen claro a la ciudadanía. Ni las amenazas de represión ni la prisión pueden ser límites en nada porque cuando Jordi Sànchez y yo ya estábamos en la prisión, declararon la independencia", ha resaltado.

"Nuestra prisión tiene todo el sentido del mundo"

Demandado por las palabras del presidente de la Generalitat, Quim Torra, sobre no aceptar las sentencias si son condenatorias, Cuixart ha asegurado que "a Òmnium tenemos claro que no hay ninguna sentencia que nos haga renunciar nunca a la defensa de los derechos humanos, ni a la desobediencia civil, ni al derecho a la autodeterminación".

Así, también ha explicado que está preparado para una sentencia condenatoria: "Somos corredores de fondo". "Nuestra cárcel tiene todo el sentido del mundo, es un aparato de denuncia internacional y una manera sensacional de plantar cara a la ultraderecha. Sé que será duro, también por casa, pero la democracia no entiende de tristezas o lamentos. Ya hemos llorado todo lo que teníamos que llorar. Disfrutamos de esta lucha compartida en la medida de las posibilidades de cada uno", ha concluido.